La realidad supera la ficción. Dos jóvenes actores cubanos que vinieron a Estados Unidos a promover una película en la que ellos huyen de Cuba para empezar una nueva vida en Miami, decidieron hacer lo mismo que sus personajes. Pero a diferencia del filme, no tuvieron que lanzarse al mar en una balsa. Llegaron al Aeropuerto Internacional de Miami y tras aterrizar desaparecieron.
Los jóvenes Anailín de la Rúa de la Torre y Javier Núñez Florián son dos de los tres protagonistas de Una noche, cinta que narra el drama de los balseros. Ambos debían presentarse en Nueva York para el estreno de la película el jueves en el Festival de Cine Tribeca, junto al tercer actor, Daniel Arrechaga, el único que estuvo presente.
De la Rúa y Núñez se quedaron en Miami el miércoles apenas llegaron de Cuba y no planean regresar a la isla, informó Arrechaga al sitio de noticias en internet Huffington Post.
“Estoy solo en Nueva York”, dijo Arrechaga. “Al menos yo voy a volver”.
Agregó que había perdido contacto con los jóvenes intérpretes desde que se separaron en Miami y tampoco conocía su paradero.
En un comunicado, representantes del festival se limitaron a confirmar la ausencia de los dos actores cubanos.
“Sólo Daniel Arrechaga asistió al estreno de Una noche el jueves 19 de abril en el Festival de Cine Tribeca”, declararon. “No hemos tenido ningún contacto con Anailín de la Rúa de la Torre o con Javier Nuñez Florián”.
En la película, los tres jóvenes de 20 años emprenden la arriesgada huída por mar hacia Miami por diferentes motivos, haciendo frente a los tiburones, la corriente y un futuro incierto. Filmado en La Habana, el largometraje fue dirigido por la británica Lucy Mulloy, quien no pudo ser contactada el domingo.
Para los tres, este fue su debut en la pantalla. De la Rúa era campeona de taekwondo en La Habana cuando un asistente de casting la descubrió en la playa, según documentos de prensa del filme. Núñez estudiaba para chef cuando envió su fotografía a la producción.
El caso, además de ser una paradoja por reproducir parcialmente la trama de la película, es también inusual, porque a diferencia de deserciones anteriores de artistas, ni siquiera llegaron al evento programado que los invitó.
“Este es un hecho político” señaló Alejandro Ríos, experto en cine cubano. “Hace rato que no ocurría porque los intercambios culturales están funcionando bastante bien y la gente va y viene varias veces, sin el apremio de quedarse porque es un único viaje a la libertad”.
Debido a que los jóvenes no tienen formación artística en Cuba, en Miami son desconocidos en el ámbito cultural, indicó Danny Jacomino, productor cinematográfico y actor cubano.
“Lo que más me sorprende y me molesta de alguna manera es que no correspondan éticamente a un evento tan importante como los es Tribeca, porque incluso a los productores independientes que hacemos cine en Miami nos es muy difícil entrar a un festival como ése”, comentó Jacomino. “No estoy criticando su decisión porque están en tierra de libertad y cumpliendo un sueño. Pero a veces a la hora de tomar una decisión debemos tratar de no perjudicar. El festival se ve perjudicado”.
Es la segunda vez que un artista cubano de cine invitado por el Festival Tribeca se queda en Estados Unidos. El primero fue el realizador Laimir Fano Villaescusa, que en el 2009 ganó un premio especial otorgado por dicho festival por Oda a la piña, un cortometraje de ficción que cuestiona los estereotipos culturales y la pérdida de la autenticidad en la Cuba actual.
En Una Noche, Raúl, el hijo de una mujer enferma de sida que se gana la vida vendiendo su cuerpo a los turistas, siente la necesidad de dejar un lugar donde dice sentirse ahogado. Ese es el papel que interpreta Arrechaga, graduado en música y especializado en percusión.
En la entrevista con el Huffington Post, Arrechaga dijo que él no juzgaba a los cubanos que se escapan de la isla.
“Esa es su elección, ¿sabe?”, declaró. “Esa es su manera de pensar. Nadie está obligado a quedarse y nadie se ve obligado a regresar”. (El Nuevo Herald)