En estos momentos el saliente presidente Donald Trump y su esposa Melania se marchan de la Casa Blanca en el helicóptero presidencial, con destino a Maryland, en donde abordarán por última vez el avión presidencial, Air Force One, con destino al condado de Palm Beach, en Florida, donde se encuentra su club privado Mar-a-Lago.
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En la base militar Andrews le espera un grupo de seguidores que esperan escuchar algunas palabras del mandatario saliente.
Hay polémica sobre el establecimiento de la familia Trump en ese club, ya que algunos vecinos han anunciado su oposición pues la instalación está registrada como club privado, en donde los Trump no podrían residir, según un acuerdo firmado con la ciudad en los años noventa.
Como es su costumbre, el presidente hizo un recuento de lo que él considera sus logros, entre los que mencionó un presunto mejor tratamiento a los veteranos, la creación de la Fuerza Espacial o el recorte de impuestos. Una vez más, el presidente saliente mencionó entre sus logros el desarrollo de dos vacunas contra el coronavirus.
A pesar de la pandemia, “tenemos la mejor economía del mundo”, dijo Trump. “No se puede trabajar más fuerte de lo que trabajamos nosotros”, insistió Trump.
Una vez más, Trump volvió a repetir su frase del “virus chino” y pidió a las personas que se cuidaran.
“Estaré mirando, estaré escuchando”, dijo Trump, y deseó éxitos a la nueva administración, asegurando que habían dejado los cimientos para que así fuera. Antes de retirarse, aplaudido por los presentes entre los que se encontraban parte de su familia, el presidente dijo: “Volveremos de una manera u otra”.
También dio un agradecimiento al vicepresidente Mike Pence por su gestión, e invitó a la primera dama a decir unas palabras, asegurando que había sido “muy popular”, a pesar de que una encuesta reveló que Melania abandonaba la Casa Blanca con un récord de baja popularidad para una primera dama.
