La dieta que contiene los ácidos grasos presentes en el pescado, el pollo y las ensaladas y evita las grasas saturadas de la carne y los lácteos puede beneficiar la conservación de la memoria y el pensamiento, según un artículo que publicó la revista Neurology.
“Dado que no existen tratamientos definidos para la mayoría de las enfermedades relacionadas con la demencia, las actividades modificables como la dieta, que puedan demorar el inicio de los síntomas de demencia, son muy importantes”, dijo el neurólogo Georgios Tsivoulis, de la Universidad de Alabama, en Birmmingham (EE.UU.).
Los datos provienen del estudio “Razones para las diferencias geográficas y raciales en los episodios cardiovasculares”.
La investigación enroló a 30.239 personas mayores de 45 años de edad entre enero de 2003 y octubre de 2007 y mantiene el seguimiento de los individuos para registrar los cambios en su salud.
Para este estudio, el más grande que se haya hecho hasta ahora de la llamada “dieta mediterránea”, se revisó la información dietética de 17.478 negros y blancos con una edad promedio de 64 años, para determinar el grado en que mantenían una dieta de tal tipo.
A los sujetos del estudio también se les sometió a pruebas que miden la memoria y las capacidades de pensamiento a lo largo de un período promedio de cuatro años El 17 % de los participantes tenía diabetes.
La investigación encontró que entre los participantes sanos, los que seguían más de cerca la dieta mediterránea eran un 19 % menos propensos a desarrollar problemas con la capacidad de pensamiento y memoria.
No se encontró una diferencia significativa en el deterioro entre negros y blancos. Pero la dieta mediterránea no apareció asociada con un riesgo menor de problemas de pensamiento y memoria en las personas con diabetes.
“La dieta es una actividad importante que podemos modificar y que puede ayudar en la preservación del funcionamiento cognitivo en la edad avanzada”, dijo Tsivgoulis, cuyo estudio contó con el respaldo del Instituto Nacional de Infarto y Trastornos Neurológicos, uno de los Institutos Nacionales de Salud.
“La dieta, sin embargo, es sólo una de varias actividades importantes en el estilo de vida que pueden desempeñar un papel en el funcionamiento mental en la edad avanzada”, añadió. “El ejercicio, el evitar la obesidad, no fumar y tomar los medicamentos para condiciones como la diabetes y la hipertensión también son importantes”. (EFE)