La calidad de la alimentación es un aspecto fundamental en el buen control de la diabetes. Teniendo en cuenta el incremento en los casos a nivel mundial, vale la pena reajustar la dieta cotidiana y sobre todo apostar por el consumo de determinados alimentos que benefician el buen equilibrio en los niveles de glucosa en sangre. Si bien, es cierto que todo se ha dicho sobre el consumo de carbohidratos y la diabetes, recientemente un estudio encabezado por Harvard y otras reconocidas instituciones especializadas en salud comprobó lo siguiente. Las personas que consumen granos integrales (especialmente en la mañana) presentan una tasa 29% menor de ser diagnosticadas con diabetes o bien de padecer complicaciones.
Sur Florida / eldiariony
De acuerdo con los investigadores, un mayor consumo de granos enteros totales y varios productos de granos integrales (incluidos cereales integrales para el desayuno, avena, pan negro, arroz integral, salvado agregado y germen de trigo) se asoció significativamente con un menor riesgo de diabetes tipo 2. Lo mejor de todo es que estos hallazgos se suman de manera muy positiva a la actual tendencia de nutrición, que promueve el consumo de granos integrales como una buena opción para: proteger la salud cardiovascular, combatir la obesidad y mejorar la salud digestiva.
¿En qué consistió el estudio? Investigadores de Harvard TH Chan School of Public Health, Brigham and Women’s Hospital y Harvard Medical examinaron los resultados del Nurses ‘Health Study (1984-2014), el Nurses’ Health Study II (1991-2017) y el Health Professionals Follow-Up Estudio (1986-2016). Los tres estudios contabilizaron 158,259 mujeres y 36,525 hombres que estaban libres de diabetes, enfermedad cardiovascular o cáncer al inicio del estudio. Se crearon cinco grupos en función del número medio de porciones de cereales integrales que consumían al día.
Los hallazgos fueron contundentes, los investigadores encontraron que consumir mínimo una porción de cereal de desayuno frío integral, se asoció con un riesgo 19% menor de convertirse en diabético en comparación con consumir menos de una porción al mes. En el caso de las personas que consumían pan negro el porcentaje aumentó al 21%. Los investigadores también compararon dos o más porciones por semana con menos de una porción al mes de avena integral, arroz integral, salvado agregado y trigo: comer dos o más porciones de granos integrales por semana se asoció con menores riesgos de 21% para la avena, 15% para salvado agregado y 12% para arroz integral y germen de trigo.
En promedio los investigadores destacaron que las reducciones en el riesgo parecieron estabilizarse en aproximadamente dos porciones al día para la ingesta total de granos integrales y aproximadamente a la mitad de una porción al día para el cereal de desayuno frío integral y el pan negro.
Como posibles justificaciones de su positivo efecto en un menor riesgo de padecer diabetes, se encontró que los granos enteros al ser una fuente de carbohidratos complejos, liberan energía lentamente en el cuerpo. Lo cual ayuda a tener índices glucémicos (azúcar en sangre) más bajos, que permiten que un mejor control de la glucosa y además mejora la resistencia a la insulina. Por otra parte los granos enteros contribuyen de manera positiva en el control de la obesidad y son un buen aliado para acelerar el metabolismo, además de disminuir medidas de cintura.