Declarando los canales de Venecia un “monumento nacional”, Italia anunció el martes la prohibición de que los cruceros grandes naveguen dentro de la ciudad lacustre, que en unos pocos días podría ser designada por la ONU como patrimonio mundial en peligro.
SurFlorida / AP
El ministro de Cultura, Dario Franceschini, dijo que la prohibición fue adoptada con urgencia en una reunión del gabinete el martes y entrará en vigor el 1 de agosto. Es aplicable a la cuenca lacustre cerca de la Plaza de San Marcos y el Canal de Giudecca, que es una importante vía acuática en Venecia.
Franceschini dijo que el gobierno decidió actuar con premura “para evitar el riesgo concreto” de que la UNESCO, la agencia cultural de la ONU, agregue a Venecia a su lista de “patrimonio mundial en peligro” en su reunión de esta semana en Beijing.
El decreto del gabinete además “establece un principio inquebrantable, al declarar las vías acuáticas urbanas de la Cuenca de San Marcos, el Canal de San Marcos y el Canal de Giudecca un monumento nacional”, dijo el ministro.
Antes que la pandemia de coronavirus redujera drásticamente los viajes internacionales, los cruceros que diario desembarcaban turistas abrumaban a Venecia y su delicado ambiente marino. Ambientalistas y defensores del patrimonio cultural han batallado durante décadas con los intereses de negocios, pues la industria de cruceros es una importante fuente de ingresos para la ciudad.
La UNESCO recomendó el mes pasado colocar a Venecia en su lista de sitios de Patrimonio Mundial en Peligro.
El gobierno italiano decidió hace tiempo prohibir los cruceros, pero sin establecer una fecha tan cercana. Pero el martes, el gobierno decidió “imponer una aceleración fuerte” para implementar la medida, dada la inminente revisión por la UNESCO, dijo Franceschini en una declaración.
La prohibición se aplica a los barcos de más de 25.000 toneladas o de más de 180 metros (530 pies) de eslora o con características que les harían demasiado contaminantes o abrumadores para el ambiente de Venecia.
El decreto además establece mecanismos de compensación para las compañías de navegación y otros afectados por la prohibición. Hasta que se encuentre un área de atraque más apropiada en aguas fuera del centro de Venecia, el gobierno aprobó la creación de al menos cuatro muelles temporales cerca del puerto industrial de Marguera, en el noroeste del mar Adriático.
