Aunque el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, quiere que la Corte Suprema intervenga en una carrera por la Casa Blanca que sigue aún demasiado ajustada para proclamar al vencedor, podría no ser el árbitro final de los comicios, dijeron expertos legales.
Sur florida / Reuters
Según indicaron, es dudoso que los tribunales vayan a acompañar el desafío de Trump para detener el recuento de papeletas recibidas antes o durante el día de la elección, o que cualquier disputa que acabe llegando a una corte cambie la trayectoria de una contienda estrechamente librada en estados como Michigan y Pensilvania.
Cuando los votos estaban siendo contados aún en muchos estados en la madrugada del miércoles, Trump compareció en la Casa Blanca y declaró falsamente la victoria sobre su rival demócrata, Joe Biden.
Trump cargó contra el voto por correo durante la campaña, asegurando sin aportar pruebas que provocaba fraude, algo inusual en las elecciones estadounidenses. Apegado a ese guión, Trump afirmó: “Este es un fraude contra el pueblo estadounidense. Queremos que las leyes sean utilizadas de manera apropiada, así que iremos a la Corte Suprema. Queremos que pare toda la votación”.
El mandatario no presentó pruebas que respalden sus críticas de fraude ni detalles sobre qué demanda podría presentar ante la Corte Suprema. Más tarde en el día, su campaña pidió intervenir en un caso ya pendiente en la Suprema que busca bloquear la llegada tardía de votos por correo en Pensilvania.
La campaña de Trump y otros republicanos han presentado también varias quejas en otros estados, incluido un intento de detener el recuento de sufragios en Michigan.
En la noche del miércoles, la elección seguía muy ajustada para proclamar un ganador. Un puñado de disputados estados podría decidir el resultado en las próximas horas o días, ya que el gran número de votos por correo depositados en medio de la pandemia del coronavirus parece estar prolongando el proceso.
No obstante, expertos legales dijeron que aunque podría haber objeciones a papeletas en particular o a procesos de votación y recuento, no está claro que tales disputas puedan determinar el resultado final.
Ned Foley, experto en ley electoral de la Ohio State University, dijo que los comicios actuales no tienen los ingredientes para generar una situación como la que se vivió en la carrera presidencial del año 2000, cuando la Suprema cerró un recuento en favor de George W. Bush frente al demócrata Al Gore.
“Es extremadamente temprano, pero por el momento no parece que esto pueda acabar haciendo que la Corte Suprema sea decisiva”, afirmó Foley.
Tanto los republicanos como los demócratas han reunido ejércitos de abogados dispuestos a ir a la guerra si hay un resultado estrecho. El equipo de Biden incluye a Marc Elias, un destacado abogado electoral de la firma Perkins Coie, y los exprocuradores generales Donald Verrilli y Walter Dellinger.
Entre los abogados del mandatario destacan Matt Morgan, consejero general de su campaña, el fiscal de la Suprema William Consovoy y Justin Clark, consejero senior de la campaña.
La abogada de Trump, Jenna Ellis, defendió el miércoles la decisión del presidente de desafiar el recuento y evaluar sus opciones legales.
“No será una novedad tener que superar estos retos legales”, dijo en una entrevista con Fox Business Network. “Quiere estar seguro de que la elección no es robada”.