23 de diciembre de 2024 5:07 AM

Convenciones en EEUU regresan con cautela

En la era previa a la pandemia de COVID-19, el negocio de alquiler grandes espacios para acoger eventos, congresos y ferias organizadas era cuando menos lucrativo. Las grandes ciudades apostaban por las mejores instalaciones y se disputaban las grandes celebraciones. Hoy, tras largos meses de pandemia de coronavirus, centros de convenciones vuelven a abrir las puertas poco a poco.

SurFlorida / Diario Las Américas

Por ejemplo, la Feria Internacional de Electrónica de Consumo (CES, por sus siglas en inglés), solía atraer a más de 1.000 millones de participantes por el mundo cada año. La pandemia frenó repentinamente todas esas reuniones internacionales, vaciando centros de convenciones y cerrando hoteles.

Más de un año después, los encuentros presenciales comienzan a organizarse. A finales de agosto, 30.000 personas con mascarillas se reunieron en Las Vegas para asistir al ASD Market Week, una feria de mercancía para mayoristas. En Chicago, la Black Women’s Expo tuvo recientemente el evento más grande de su historia, con 432 vendedores y miles de asistentes con cubrebocas.

“La gente está siendo cautelosa, pero está contenta de poder salir y conectarse con otra gente”, señaló la doctora Barbara Hall a la agencia de noticias AP, cuya compañía, JBlendz Communications, estuvo entre los expositores.

Ejemplos

Uno de los ejemplos más emblemáticos de la crisis de convenciones que vivimos el año pasado podría ser McCormick Place, un centro de convenciones de Chicago y el más grande de Estados Unidos, que despidió al 90% de sus 2.800 trabajadores luego de tener que cancelar 234 eventos.

Uno de los dos hoteles del complejo, el Marriott Marquis Chicago, fue cerrado temporalmente. El otro, el Hyatt Regency Chicago, vio la ocupación caer hasta apenas el 10%.

Las pérdidas económicas se extendieron más allá de los complejos de exhibición. Fern, una compañía de Cincinnati, con 112 años de existencia, construye enseres e infraestructura para unos 1.400 eventos al año, pero durante la mayor parte de 2020 y el inicio de este, sus ingresos cayeron hasta más de 90%.

La empresa no espera que su negocio se recupere por completo antes de 2023, pero ya comienzan a recibir decenas de órdenes.

Preocupación

Las preocupaciones persisten. Nadie quiere que suceda lo que se vivió en Boston, en febrero de 2020, cuando la conferencia Biogen fue relacionada con 300.000 contagios de COVID-19.

Por ejemplo, el Salón del Automóvil de Nueva York, que regularmente atrae a más de un millón de personas, fue cancelado dos semanas antes de su fecha de inicio en agosto debido a preocupaciones respecto a la variante delta.

Hay quienes abogan por continuar haciendo encuentros virtuales, lo que dejaría a un lado a grandes centros de convenciones, hoteles y proveedores de transporte.

Paddy Cosgrave, director general de Web Summit, una conferencia anual de tecnología dirigida a empresas emergentes, señaló que el evento exclusivamente virtual del año pasado fue menos costoso, pero reconoció que “las reuniones en persona ofrecen una calidad de interacción que hasta ahora ninguna tecnología puede reproducir”.

Mucho está en juego con el regreso de las reuniones presenciales. Antes de la pandemia, las conferencias y los eventos comerciales generaban más de un billón de dólares en gastos directos y recibían a cerca de 1.500 millones de personas en todo el mundo, según el Consejo de la Industria de los Eventos, un grupo comercial.

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