Cuando pensábamos que pronto viviríamos la ‘nueva normalidad’ a plenitud, el coronavirus levanta cabeza en Miami-Dade y el país y vuelve a preocupar.
Sur Florida/Diario Las Américas
“La cifra de pacientes atendidos en el Jackson Memorial Hospital ha aumentado lentamente durante los últimos 14 días”, señaló el director de la mayor red hospitalaria del condado Miami-Dade, Carlos Migoya, durante una entrevista televisiva transmitida por Local10.
De hecho, “las hospitalizaciones en Miami-Dade han aumentado un 27%”, confirmó el galeno. De 415 admisiones que fueron adjudicadas a mediados de octubre, el informe del Gobierno condal reporta ahora unas 541 admisiones, incluyendo unos 125 pacientes que son atendidos en Unidades de Cuidado Intensivo.
Y antes de las hospitalizaciones, aumentan los contagios. Miami-Dade reportó el domingo 2.385 nuevos casos, 1.196 más casos que el sábado, lo que supone la mayor cifra de contagios reportada en este condado floridano desde finales de agosto.
No obstante, persiste la buena noticia de que apenas el 10% de los contagios reportados desarrollan síntomas a tener en cuenta.
Por qué
Además de cierto relajamiento de medidas sanitarias y la innegable posibilidad de un repunte mientras no se aplique una vacuna, persiste el incumplimiento de reglas vigentes.
En efecto, cientos de personas se apiñaron el sábado por la noche en un concierto al aire libre en Wynwood, donde muchos no usaron mascarillas y la mayoría no cumplió la regla de distanciamiento físico.
En otras palabras, el reglamento existente para contrarrestar el contagio no se cumplió, ni se hizo cumplir. Ni el ayuntamiento de Miami ni el Gobierno condal se habían manifestado al respecto al cierre de esta nota.
“Más que todo, se trata de que la gente no cumpla las medidas básicas de salud pública porque sienten una falsa sensación de seguridad”, declaró la doctora Aileen Marty, profesora de Enfermedades Infecciosas de Florida International University y asesora del equipo de contingencia de Miami-Dade.
“Esto es extremadamente grave”, subrayó.
El pasado viernes, la alcaldía de Miami pidió al Gobierno estatal liberar las restricciones para penalizar a quienes no usen mascarillas en lugares públicos.
Efectivamente, el gobernador Ron DeSantis mantiene la orden de no multar por dejar de usar mascarillas, al mismo tiempo que prohíbe cerrar salones interiores de restaurantes o implementar medidas que “puedan impedir que una persona trabaje u opere un negocio”.
No obstante, el condado Miami-Dade, que atraviesa en estos momentos el proceso de transición de mandos a la alcaldesa electa Daniella Levine Cava, mantiene en pie ciertas regulaciones, como aforo limitado en locales comerciales, el uso de mascarillas y la distancia física entre personas y demás.