La relación de China con Estados Unidos ha llegado a una “nueva encrucijada” y, sin embargo, podría volver al buen camino después de un período de “dificultades sin precedentes”, dijo el consejero de Estado y ministro de Relaciones Exteriores chino, Wang Yi, en comentarios oficiales publicados el sábado.
Sur Florida/Reuters
Las relaciones entre las dos economías más grandes del mundo se han visto sometidas a una creciente tensión en medio de una serie de disputas sobre el comercio, los derechos humanos y los orígenes de la COVID-19. En su último movimiento, Estados Unidos puso en la lista negra a docenas de empresas chinas que dijo que tenían vínculos con el ejército.
Wang dijo en una entrevista conjunta con la agencia de noticias Xinhua y otros medios de comunicación estatales que las recientes políticas estadounidenses hacia China habían perjudicado los intereses de ambos países y traído enormes peligros al mundo.
Pero ahora, agregó, había una oportunidad para que ambas partes “abrieran una nueva ventana de esperanza” y comenzaran una nueva ronda de diálogo.
Se espera que la elección de Joe Biden como presidente de Estados Unidos mejore las relaciones entre Washington y Pekín después de cuatro años de tensiones crecientes bajo la administración de Donald Trump.
El mes pasado, Wang indicó que esperaba que la elección de Biden permitiera que la política de Estados Unidos hacia China “volviera a la objetividad y la racionalidad”.
Sin embargo, el demócrata -que asumirá el cargo el 20 de enero- ha seguido criticando a China por sus “abusos” en materia de comercio y otras cuestiones.
Wang no mencionó el nombre de Trump o Biden, pero instó a Estados Unidos a “respetar el sistema social y el camino de desarrollo” elegido por China, añadiendo que si Washington “aprende lecciones” los conflictos entre ambas partes podrían resolverse.
“Sabemos que algunas personas en Estados Unidos sienten aprensión por el rápido desarrollo de China, pero el liderazgo más sostenible es avanzar constantemente uno mismo, en lugar de bloquear el desarrollo de otros países”, dijo.
Los políticos de Estados Unidos han acusado a China de encubrir el brote de COVID-19 durante sus primeras etapas, retrasando su respuesta y permitiendo que la enfermedad se extienda mucho más lejos y más rápido.
Pero Wang dijo que China ha hecho todo lo posible para combatir la propagación del virus.
“Corrimos contra el tiempo y fuimos los primeros en informar de la epidemia al mundo”, señaló.