22 de noviembre de 2024 6:27 PM

Cómo influye en la hipertensión una excesiva ingesta de cerveza

El consumo de bebidas alcohólicas es un hábito muy recurrente y lo cierto es que durante años ha sido socialmente aceptado. Realmente todo se ha dicho sobre el consumo de alcohol, se dice que cuando es de leve a moderado suele ser seguro y también se sabe que su ingesta excesiva puede aumentar el riesgo de afecciones metabólicas incluida la temida presión arterial alta. La hipertensión es una afección muy común en todo el mundo y se conoce como un enemigo silencioso que suele ser una de las principales causas de enfermedad cardiovascular. Existen diversos detonantes y hábitos enfocados en el estilo de vida que se relacionan con la presión arterial alta, uno de los principales es el excesivo consumo de alcohol. Teniendo en cuenta que la cerveza es la bebida alcohólica más consumida por los estadounidenses, vale la pena tener claro cómo este hábito influye en un mayor riesgo de presión arterial alta y diversas afecciones cardiovasculares.

Sur Florida / eldiariony

Algunos conceptos generales sobre la hipertensión:

La presión arterial es la cantidad de presión en los vasos sanguíneos. Esta medición tiene en cuenta la presión arterial sistólica y la presión arterial diastólica. La presión sistólica es la presión dentro de las arterias del corazón cuando el corazón se contrae, y la presión diastólica se refiere a la presión más baja en las arterias cuando el corazón se relaja entre las contracciones. La unidad de medida de la presión arterial son los milímetros de mercurio (mm Hg). Se expresa como presión sistólica sobre presión diastólica.

Para mayor contexto: una presión arterial normal es menor o igual a 120/80 mm Hg, y cualquier valor mayor o igual a 130/80 mm Hg se considera alto.

¿Cómo afecta el consumo de cerveza la presión arterial?

En general beber alcohol afecta la presión arterial en más de una forma, en el caso de las personas que suelen normalizar el consumo de cerveza diaria estas son algunas de las principales complicaciones relacionadas.

– Alteraciones en el sistema renina-angiotensina-aldosterona: El consumo de alcohol afecta el sistema renina-angiotensina-aldosterona (RAAS). El RAAS está controlado por los riñones y su función es regular la presión arterial a través de tres hormonas: renina, angiotensina y aldosterona. El alcohol aumenta los niveles sanguíneos de la hormona renina, lo que hace que los vasos sanguíneos se contraigan. Esto significa que se vuelven más pequeños en diámetro. La renina también disminuye la cantidad de líquido que el cuerpo elimina en forma de orina. Por lo tanto, esta combinación de niveles más altos de líquidos en el cuerpo y vasos sanguíneos más pequeños aumenta la presión arterial.

– Reduce los niveles de vasopresina: El alcohol también reduce la cantidad de vasopresina que produce el cuerpo. La vasopresina es una hormona antidiurética. Hace que el cuerpo retenga agua, lo que generalmente limita la cantidad de orina que producen los riñones. La acción de suprimir esta hormona exacerba el efecto diurético y conduce a la deshidratación.

– Aumento de los niveles de cortisol: Otro mecanismo potencial es el aumento de los niveles de cortisol. El cortisol es una hormona que regula la respuesta del cuerpo al estrés. También regula el metabolismo, la función inmunológica y las vías inflamatorias. Lo que sucede con el cortisol es que aumenta la liberación de las catecolaminas, que son sustancias químicas en el cuerpo que ayudan a regular muchos procesos y ayudan a que el cuerpo funcione como debería. Cuando se padecen niveles más altos de catecolaminas hace que el cuerpo excrete menos líquido a través de la orina. Tener más líquidos en el cuerpo aumenta directamente los niveles de presión arterial.

– Sensibilidad de los barorreceptores: El alcohol también reduce la sensibilidad de los barorreceptores. Los barorreceptores son tipos de receptores presentes en el cuerpo que ayudan a regular la presión arterial. Hay dos tipos diferentes de barorreceptores: barorreceptores de alta presión y receptores de baja presión. Ambos se activan cuando los vasos sanguíneos se estiran. Cuando la presión arterial disminuye, estos receptores ayudan a minimizar cuánto se estiran los vasos sanguíneos para aumentar la presión arterial. De manera similar, cuando aumenta la presión arterial, estos receptores aumentan el estiramiento de las paredes de los vasos sanguíneos para disminuir la presión arterial. El alcohol evita que los barorreceptores del cuerpo detecten la necesidad de estirar los vasos sanguíneos y aumentar su diámetro, lo que provoca un aumento de la presión arterial.

– Alteraciones en los niveles de calcio en sangre: El consumo de alcohol aumenta la cantidad de calcio que se une a los vasos sanguíneos. Esto aumenta la sensibilidad de los vasos sanguíneos a los compuestos que los contraen. La constricción de los vasos sanguíneos aumenta la presión arterial.

¿Cuánto alcohol es demasiado?

Para empezar es importante tener en claro algunos conceptos generales: la definición de bebida estándar es una bebida que contiene 14 gramos (0.6 onzas líquidas [fl oz]) de alcohol puro. Esta cantidad se puede presentar de las siguientes formas:

– 12 fl oz de cerveza normal que contenga un 5% de alcohol
– 5 onzas líquidas de vino con un 12% de alcohol
– 1,5 onzas líquidas de bebidas espirituosas destiladas que contienen 40% de alcohol

Si bien estos valores resultan de gran utilidad, existe cierta variación en el contenido de alcohol. Por ejemplo, algunas cervezas, especialmente las artesanales, pueden contener aproximadamente el doble de alcohol que las variantes comerciales.

Además, también es importante entender los tipos de consumo ya que existen tres clasificaciones principales. Estos son el consumo excesivo de alcohol, el por atracón y el consumo moderado. Según el Instituto Nacional sobre el Abuso del Alcohol y el Alcoholismo, se clasifican bajo los siguientes parámetros:

– El consumo fuerte/excesivo de alcohol significa que los hombres consumen más de cuatro bebidas en un día determinado, o más de 14 bebidas por semana, y las mujeres que consumen más de tres bebidas en un día determinado, o más de siete bebidas por semana.

– El consumo por atracón de alcohol significa que los hombres consumen cinco o más bebidas en aproximadamente 2 horas y las mujeres que consumen cuatro o más bebidas en aproximadamente 2 horas.

– El consumo moderado significa que los hombres consumen dos bebidas o menos al día y las mujeres una bebida o menos al día.

Lo cierto es que cada día se cuentan con más estudios y referencias que avalan la estrecha relación entre el consumo de alcohol y la hipertensión. Teniendo en cuenta que algunos estadounidenses tienen el hábito de beber cerveza diariamente (más de tres latas) vale la pena tomar medidas y realizar ajustes que permitan la prevención de estas peligrosas enfermedades cardiovasculares.

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