El presidente de Colombia, Iván Duque, sancionó una ley que ratifica un tratado con China para repatriar a personas condenadas con el fin de que paguen sus penas en su país de origen, informó el miércoles la Presidencia.
Sur Florida / apnews
Esta norma era esperada por decenas de familiares que claman para que sus seres queridos sean trasladados a cárceles colombianas, sobre todo luego de que en 2017 China decidiera ejecutar a Ismael Enrique Arciniegas, condenado a pena de muerte, pese a las súplicas de sus familiares y solicitudes del gobierno colombiano.
Según la ley, al 2 de junio de 2020 había 83 colombianos privados de la libertad en China y cinco ciudadanos chinos recluidos en Colombia. Sin embargo, solo podrán pedir la repatriación quienes hayan recibido condenas, sin posibilidad de un recurso adicional.
El ministro de Justicia, Wilson Ruiz, aseguró el miércoles en una declaración oficial que hay 15 colombianos que han sido condenados a penas que “para el Estado colombiano resultan inconstitucionales”, entre ellos, nueve sentenciados a cadena perpetua, tres a pena de muerte con suspensión a dos años y dos con pena de muerte en apelación.
En Colombia no existe la pena de muerte y la cadena perpetua fue aprobada en 2020 en el Congreso sólo para violadores o asesinos de menores de edad. Actualmente se aguarda la aprobación del presidente la reglamentación para aplicarla.
Con esta ley se ratifica el tratado suscrito entre los dos países en Beijing, China, en julio de 2019, en el cual se acordaron las reglas para pedir la repatriación de presos y el procedimiento. Colombia inició los acercamientos con China para avanzar en los trámites de traslado desde 2015, los cuales sólo eran permitidos por razones humanitarias.
Los condenados deben cumplir una serie de condiciones, entre las que se encuentran no tener procesos pendientes en el país trasladante, manifestar por escrito su consentimiento, ser nacional del país receptor y que “la conducta por la cual se impuso la sentencia contra la persona condenada también constituye un delito según las leyes de la Parte Receptora”.
De acuerdo con el ministro de Justicia colombiano, el tráfico de estupefacientes es el delito por el que más colombianos se encuentran detenidos en China, el cual también es un delito en Colombia.
La ley aclara que “independientemente del cumplimiento de las condiciones establecidas en este Tratado, cada Parte podrá determinar discrecionalmente si acepta o no el traslado solicitado por la otra Parte”. Además, el país receptor se compromete a continuar con la ejecución de la sentencia impuesta por el país donde fue impuesta “acuerdo con la naturaleza y la duración de la misma”.