Un horizonte incierto debido a las nuevas cepas del coronavirus tiene el fútbol el 2021, aseguró Oscar Romero, presidente de la Asociación Deportiva de Fútbol Profesional, que agrupa a los 18 clubes de la primera división en el Perú.
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Romero explicó que luego de las largas paralizaciones del 2020 se establecieron protocolos que permitieron la reanudación de las actividades, pero en la actualidad todo ha cambiado, aseguró el directivo.
“Ahora hay nuevas cepas que se contagian más rápidamente luego del virus iniciado en China y eso obliga a un enfoque distinto para no poner en peligro vidas humanas”, afirmó Romero, doctor en Derecho. “Aparecieron nuevas variantes del COVID-19 en Gran Bretaña, África y la Amazonía. Y para contrarrestar la pandemia se necesitan nuevos protocolos, que todavía no han sido anunciados”.
El alto directivo afirmó que el pasado viernes 22 de enero, el presidente del Instituto Peruano del Deporte, Gustavo San Martín, informó que han sido suspendidas todas las actividades deportivas en el Perú hasta el próximo 31 de enero.
“No se sabe si la medida va a ser extendida”, sentenció Romero. “En una asamblea, el 11 de enero pasado, acordamos apoyar con $85,000 para las pruebas moleculares que necesitan disponer nuestros 18 clubes miembros para mantenerse en acción”.
Romero, quien asumió su mandato por dos años el 1 de enero del 2020 hasta el 31 de diciembre del 2021, indicó que en septiembre pasado se acordó repartir $420,000 entre los clubes para afrontar los diversos gastos para atender las emergencias derivadas de la pandemia.
Esa capacidad concertadora y sensible ante las necesidades de los clubes devastados por el coronavirus ha permitido a Romero fortalecer la institución que preside y afrontar con mayores posibilidades de éxito los tremendos retos que afronta la ADFP.
“Yo encontré una Asociación completamente desunida, los ejecutivos de los clubes se hallaban desorientados por el hecho de haber perdido la organización del campeonato nacional –su mayor fuente de ingresos-, pues la Federación Peruana de Fútbol, aprovechando esa división, tomó el control del torneo a partir del 2019 y creó la Liga 1”, afirmó Romero. “Luego de haber trabajado con transparencia, se ha recuperado la confianza, se han visto logros y eso ha fortalecido la unidad y ahora buscamos objetivos comunes, desarrollar planes para mejorar los clubes y, a la larga, recuperar la organización de nuestro campeonato”.
También es fundamental para la APFP cobrar a la FPF una deuda superior al millón de dólares por el pago de transporte de los equipos realizado a una compañía de aviación en el 2019.
Ese dinero es vital para el funcionamiento de la Asociación y para la ejecución de los proyectos que se ha trazado.