Los departamentos de salud locales de Estados Unidos quieren que se anule un cambio reciente en las recomendaciones federales sobre las pruebas de coronavirus porque, dicen, socavan sus esfuerzos para detener los brotes.
Sur Florida/Orlando Sentinel
La Asociación Nacional de Autoridades de Salud de Condados y Ciudades y la Coalición de Grandes Ciudades, que en conjunto representan a unos 3.000 departamentos de salud locales, dieron a conocer la carta el viernes.
Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC por sus siglas en inglés) publicaron discretamente el cambio el lunes. Anteriormente se recomendaba a los departamentos de salud aplicar la prueba a cualquiera que hubiera estado a menos de dos metros (seis pies) de una persona infectada durante más de 15 minutos. La nueva recomendación dice que esas personas “no necesitan necesariamente una prueba” a menos que sean más vulnerables al COVID-19.
Los expertos en salud pública han rechazado la nueva recomendación, señalando que las pruebas a quienes han estado en contacto con personas infectadas es crucial para contener los brotes y que muchas personas infectadas son asintomáticas.
Bajo la nueva guía, los médicos o las autoridades de salud pueden recomendar una prueba. “Se puede considerar el testeo de toda persona que haya estado en contacto estrecho con enfermos de COVID-19 confirmados o probables”, dijo en un comunicado el director de los CDC, doctor Robert Redfield.
Los funcionarios locales de salud dijeron que las autoridades federales no presentaron pruebas científicas para fundamentar el cambio, que en los hechos transfiere una mayor responsabilidad a las municipalidades.