La tecnología avanza a un ritmo vertiginoso. Así lo demuestra la progresiva y constante cascada de novedades telefónicas con que nos inundan las compañías telefónicas año tras año. Esto provoca que muchos usuarios cambien de «smartphone» para seguir la estela de la tendencia; incluso cuando el que ya tienen guardado en el bolsillo está en perfectas condiciones. Según un estudio de la tienda online de electrónica reBuy.es, los españoles tenemos 45.4 millones de móviles acumulando polvo en los cajones de casa, lo que convierte al país en el decimoquinto del mundo con más dispositivos de este tipo completamente olvidados y sin ningún tipo de uso.
Sur Florida/ABC
Más allá de que cambiar de móvil cada año puede resultar algo innecesario, si se decide dar el paso puede estar bien pensar en darle una segunda vida al antiguo; ya sea reciclándolo o buscándole un nuevo uso que permita, además, disminuir el desgaste del flamante «smartphone» que acabamos de sacar de la caja. ABC recoge unas cuantas ideas que pueden ayudarle en este camino.
Tu nuevo MP3
Un iPhone siempre será un iPhone. Por mucho que pasen las generaciones, lo normal es que los dispositivos de esta marca sigan ofreciendo un audio de calidad al usuario. Y lo mismo vale, evidentemente, para los gama alta de Samsung o de otras compañías punteras. Si acostumbra a dar largos paseos escuchando música cuando las obligaciones (y el Covid-19) se lo permiten, o no entiende salir a correr sin tener a mano su «playlist» de Spotify, puede empezar a utilizar su viejo «smartphone» a modo de MP3. Eso le ayudará a preservar la batería del suyo y no andar con agobios en estos tiempos de teletrabajo, en los que parece que uno tiene que estar conectado a todas horas del día.
Una videoconsola
El «gaming» para teléfonos cada vez gana más peso; así se lo reconoció hace unos días José María Moreno, director general de la Asociación Española del Videojuego (AEVI), a ABC. Empresas como Microsoft están apostando muy fuerte por llevar esta forma entretenimiento a todo tipo de dispositivos. Una tendencia que, a largo plazo, puede desencadenar en la desaparición de las consolas y el asentamiento definitivo del juego en la nube. Mientras que eso ocurre –o no–, los móviles, incluso los más antiguos, ya tienen mucho que ofrecer al usuario en lo que a videojuegos se refiere. Descargar unos cuantos en el viejo terminal, y emplearlo para matar las horas cuando no haya nada mejor que hacer, es otra buena forma de darle una segunda vida a su antiguo «smartphone».
Para ver series y películas
No cabe duda de que las plataformas de cine y series en «streaming» representan una de las revoluciones culturales y tecnológicas más importantes de lo que llevamos de siglo. Si tú también eres de los que antes de cerrar los ojos el viernes te pones el último episodio de la serie «The Mandalorian» en Disney+, puedes optar por dejar tu nuevo «smartphone» cargándose encima de la mesita de noche y emplear el antiguo dispositivo. Cabe recordar que cuando utilizamos un móvil mientras lo cargamos la batería tiende a recalentarse, lo que puede disminuir su vida útil.
Para guardar recuerdos
Otra de las ventajas de tener un móvil viejo es que su memoria puede servir como disco duro para guardar fotografías. Lo más recomendable es realizar copias de seguridad periódicamente, almacenarlas en soportes físicos, compaginarlos con servicios en la «nube» si se puede e, incluso, hacer algo de lo que ya nos hemos olvidado: imprimirlas en papel. Pero también se pueden guardar en un dispositivo antiguo por si acaso perdemos el móvil que manejamos a diario o sufrimos un robo. Así conservaremos un material importante.
Para los niños
Lo ideal es restringir el tiempo dedicado al móvil a los menores, pero es cierto que tarde o temprano, y más en el momento de hiperconectividad que existe, van a tener acceso. Lo más recomendable es activar los controles parentales, llevar una permanente comunicación para ver qué consumen y qué no y ponerles límites. Pero bien puede servir para entretenerlos un rato, guardarles películas de animación o series populares en su memoria o crearles un perfil en servicios de «streaming», como HBO o Netflix. De esta manera evitaremos gastos innecesarios en un nuevo dispositivo y, por otro, nos garantizamos que si se rompe no perdemos demasiado, y más con lo poco cuidadosos que son algunos.
