año de padecerlo y un 5% tras cinco años, a pesar de la extracción quirúrgica del tumor, la quimioterapia y la radioterapia.
SurFlorida – Fuente Latina
“Por eso nuestro estudio es revolucionario”, apuntó la profesora Ronit Satchi-Fainaro, directora del Centro de Investigación para el Cáncer y del laboratorio de nanomedicina de la Universidad de Tel Aviv. La investigación se llevó a cabo en ratones y modelos de laboratorio en tres dimensiones con el objetivo de hacer de esta letal enfermedad algo crónico pero administrable “o incluso curarla del todo”, señaló Stachi-Fainaro.
Todos los ratones con los que experimentaron, y a los que modificaron para que padecieran la terrible enfermedad, tuvieron tumor cerebral y murieron a las pocas semanas salvo los que recibieron un producto químico que bloqueaba la proteína P-selectina. Éstos se recuperaron y siguieron con vida.
“El producto que bloquea la proteína también detuvo el crecimiento de las células cancerígenas tomadas de pacientes humanos que insertamos en modelos de cerebros humanos en tres dimensiones en el laboratorio”, explicó Satchi-Fainaro.
Detener las células que corrompen
La investigación, que ha sido recientemente publicada en la prestigiosa revista académica Nature Commuications, detalla cómo estudiaron primero el modo en el que las células de glioblastoma corrompen parte del sistema inmunológico del cerebro, y concluyó que la solución a la expansión del tumor sería bloquear la proteína que lo hace crecer.
“Hay unas células en el sistema inmune del cerebro llamadas microglías, y su propósito es bloquear patologías, incluido el cáncer. Quisimos entender cómo pierden la capacidad de detener este cáncer”, explicó la experta.
“Vimos que el tumor pervierte y reeduca las células sanas microglías de modo que dejan de defender al cerebro contra el cáncer y, en lugar de eso, generan la proteína P-selectina que ayuda al tumor a crecer y expandirse”, agregó.
“Nos preguntamos qué sucede si bloqueamos la secreción de la P-selectina que no está normalmente presente pero que, de pronto, se encuentra en grandes cantidades en el cerebro cuando hay un tumor presente”, continuó: “Y comprobamos que, haciéndolo, impedimos que las células microglías continúen afectando al sistema inmunológico y apoyando el crecimiento del tumor en el cerebro”.
No hay que desarrollar nuevos medicamentos
El equipo espera que los ensayos en humanos comiencen pronto y que concluyan que el bloqueo de la proteína P-selectina es el tratamiento adecuado para el glioblastoma.
La investigadora insistió en que el método de bloqueo de la proteína no va a necesitar que se desarrollen nuevos medicamentos, ya que este tipo de producto ha sido ya desarrollado para tratar otras dolencias, como la anemia, y ha demostrado ser seguro en sus ensayos clínicos.
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