En las últimas semanas, los tuits más mordaces o directamente crueles que Chrissy Teigen compartió en el pasado han salido a la luz para atormentarla y hacerle perder algún que otro jugoso contrato laboral. Todo comenzó cuando la modelo Courtney Stodden desveló en una entrevista que hace años la esposa de John Legend inició una campaña de acoso y derribo en su contra, que incluía mandarle mensajes privados animándole a que se quitara la vida y afirmar públicamente que le encantaría verla bajo tierra.
Sur Florida / eldiariony
Tras tomarse un descanso de las redes sociales, Chrissy ha regresado este lunes a la plataforma que en su día la coronó como su reina no-oficial, no para redimirse ante el mundo entero, sino para pedir que le den la oportunidad de mejorar como persona, tal y como lleva tratando de hacer desde hace tiempo a base de mucha terapia.
“Sé que he estado callada, y Dios sabe que no quieren oír nada de mí, pero quiero que sepan que he estado lidiando con un merecido castigo global, una especie de: ‘siéntate aquí y piensa en lo que has hecho’. No ha pasado ni un día, ni un solo momento, en el que no haya sentido el peso aplastante del arrepentimiento por las cosas que he dicho en el pasado“, arranca la carta que ha compartido con sus seguidores.
La antigua modelo de trajes de baño ha reconocido que hay muchas otras personas además de Courtney a las que debería pedir disculpas y ha aclarado que está tratando de ponerse en contacto con todas ellas a través de canales privados, aunque comprende que algunas no quieran aceptar sus disculpas porque, en su lugar, ella tampoco lo haría.
“Pero si lo hacen, estoy aquí y escucharé todo lo que tengan que decir, mientras me disculpo entre sollozos“, ha prometido.
Chrissy sabe que “no hay excusa” para los comentarios que hizo en la red social, pero quiere ponerlos en contexto explicando que era una joven “insegura e inmadura” que se comportaba como un ‘troll’ porque no se daba cuenta de que las estrellas de las que se burlaba abiertamente también tenían sentimientos y merecían “empatía, bondad, comprensión y apoyo, no mi mezquindad disfrazada de un tipo de humor casual y nervioso”.
“Recurría a Twitter para tratar de llamar la atención y mostrar lo que en ese momento creía que era una ocurrencia burda, inteligente e inofensiva. Pensaba que, si me burlaba de otros famosos, parecería más divertida y cercana“, ha lamentado.