14 de septiembre de 2024 2:44 AM

China va contra Europa y EEUU amenazando la producción mundial del ‘petróleo del siglo XXI’

EEUU y Occidente en general han comenzado a adoptar una política mucho más intervencionista en las relaciones de sus empresas con China. Los intercambios comerciales se están viendo obstaculizados por aranceles y otras medidas. Además, los países avanzados, liderados por EEUU están intentando reducir la trasferencia de tecnología que Pekín puede usar para culminar su sorpasso (económico y militar) a Occidente. Aunque los países avanzados han comenzado a actuar, China ya es un gigante con un nivel de desarrollo relativamente alto (algunos consideran ya a China como un país avanzado) y que cuenta con varios sectores punteros a nivel global.

Esta cómoda posición permite a China jugar sus cartas con garantías. Por ejemplo, los controles que ha impuesto Pekín a las exportaciones de ciertos materiales clave para la producción de semiconductores, conocidoscomo el petróleo del siglo XXI, suponen un duro golpe para Occidente.

Los controles chinos a las exportaciones de materiales semiconductores cruciales están afectando a las cadenas de suministro globales y alimentando los temores de que haya escasez en la producción occidental de chips avanzados y hardware militar.

Las restricciones impuestas por Pekín a los envíos de germanio y galio (dos elementos químicos), que se utilizan para aplicaciones de semiconductores y componentes de equipos militares y de comunicaciones, están ahogando a los compradores europeos. Esta política nacional es coherente con otras mostradas recientemente en las que las empresas públicas chinas han comenzado a acumular materias primas sin una razón clara.

Estas restricciones han provocado un aumento de casi el doble de los precios de los minerales en Europa durante el año pasado, según publican desde el Financial Times. Por ejemplo, los precios del germanio se han disparado un 52% desde principios de junio hasta los 2.280 dólares el kilogramo en China, según el proveedor de datos Argus.

China introdujo las restricciones, que dice salvaguardan su “seguridad e intereses nacionales”, el año pasado en respuesta a los controles y restricciones lideradas por Estados Unidos a las ventas de chips avanzados y equipos para su fabricación en China. El germanio y el galio son minerales vitales para la producción de una variedad de bienes, en particular semiconductores, paneles solares y vehículos eléctricos.

El germanio, un metal de color blanco plateado, se utiliza en la fabricación de fibras ópticas para transferir datos e información, así como en chips de alta velocidad y radiación infrarroja. Puede emplearse en aplicaciones militares, incluidas las gafas de visión nocturna.

El galio, principalmente en forma de nitruro de galio y arseniuro de galio, se utiliza para crear chips de circuitos integrados y dispositivos optoelectrónicos, como diodos láser, LED y células solares. Los semiconductores a base de galio se utilizan en diferentes tecnologías, como computadoras, teléfonos e incluso aplicaciones militares. En la industria de los vehículos eléctricos, la mayor movilidad de los electrones en los semiconductores de nitruro de galio los hace más eficientes y mejora la gestión térmica, lo que da como resultado sistemas de enfriamiento de menor costo. Además, el nitruro de galio es bueno para reducir la masa en los vehículos eléctricos.

El germanio se utiliza principalmente en células solares multiunión, óptica infrarroja y fibra óptica, según explicaban en unas jornadas de la Comisión de Comercio Internacional de Estados Unidos.

El 3 de julio de 2023, el Ministerio de Comercio de China anunció nuevos controles de exportación de germanio y galio, enfatizando la importancia de estos minerales en el mercado internacional. Ambos minerales fueron incluidos en los 50 productos minerales de la Lista de Minerales Críticos de 2022 creada por el Servicio Geológico de los Estados Unidos (USGS).

Las medidas chinas llegaban días después de que Holanda anunciara sus planes de aplicar el último conjunto de controles para limitar la venta de equipos de fabricación de chips de alta gama en el extranjero. La iniciativa buscaba impedir que ASML, la empresa holandesa que produce las herramientas de fabricación de semiconductores más avanzadas del mundo, llegue a las empresas chinas.

China deja de vender germanio

La situación es cada vez más grave: “Los chinos ni siquiera están ofreciendo germanio en el extranjero en estos momentos”, asegura Terence Bell, gerente de Strategic Metal Investments, un trader de metales con sede en Vancouver.

Desde la agencia Reuters explicaban en un reportaje publicado en julio que cada vez son más los traders de países ligados con Occidente (como Corea del Sur o Japón) que llaman a las puertas de China para intentar adquirir estos materiales. Este creciente interés junto a las restricciones de la oferta está inflando el precio con intensidad.

Matthew Blackwood y Catherine DeFilippo, miembros de la Oficina de Operaciones de la Comisión de Comercio Internacional de EEUU explicaban en un documento publicado en marzo que “la capacidad del germanio para minimizar la pérdida de señal a largas distancias en la fibra óptica se ha vuelto cada vez más importante dada la creciente demanda de redes de datos de alto rendimiento” explican.

China domina el mercado

La cuestión es que “China es el principal productor del de galio y germanio, produciendo alrededor del 60% del galio y cerca del 90% del germanio”, según estos expertos. Esto deja entrever que si China quiere cortar el grifo, Europa y EEUU van a tener un problema serio.

Por ejemplo, entre 2018-21, China proporcionó el 54% de las importaciones estadounidenses de germanio y el 53% de galio. Según el USGS, la dependencia neta de las importaciones de Estados Unidos como porcentaje del consumo declarado de germanio y galio en 2022 fue de más del 50 y el 100, respectivamente.

Además, de 2021 a 2022, el valor aduanero general de las importaciones de galio en Estados Unidos aumentó en casi 1,7 millones de dólares, un aumento del 997,5%, según datos publicados por la Comisión de Comercio Internacional de EEUU.

“Estos metales no se encuentran en la naturaleza. Ambos son un subproducto de las refinerías de otros metales. El galio es un subproducto del procesamiento de la bauxita y los minerales de zinc, mientras que el germanio se forma como subproducto de la producción de zinc”, explica Ewa Manthey, estratega de materias primas de ING. “La decisión de Pekín pone de relieve la posición dominante de China en la producción mundial de galio y germanio.

No hay una gran escasez mundial de galio o germanio. China domina la producción de estos dos metales no porque sean raros, sino porque ha sido capaz de mantener sus costes de producción bastante bajos y los fabricantes de otros lugares no han podido igualar los costes competitivos del país”, ahonda la experta.

El galio y el germanio pueden ser costosos, técnicamente complejos, consumir mucha energía y ser contaminantes, y muy pocas instalaciones fuera de China pueden extraerlos. A medida que China ha ido aumentando su participación en la producción, otros países han reducido su producción, entre ellos Alemania y Kazajistán. Ahora, el mundo entero depende sobremanera de China para poder obtener estos elementos y seguir produciendo semiconductores.

“Los precios más altos aumentarán la competencia al hacer que la producción vuelva a ser más competitiva en términos de costos en países como Japón, Canadá y Estados Unidos, lo que a su vez reducirá el dominio de China en ambos mercados. Llevará tiempo construir plantas de procesamiento, pero con el tiempo, los mercados y las cadenas de suministro se adaptarán”, zanja Manthey desde ING.

sf

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