El Partido Comunista chino, que gobierna el país, anunció el lunes que suavizará las normas que limitan la natalidad para permitir que todas las parejas tengan tres hijos en lugar de dos, con la esperanza de frenar el rápido envejecimiento de su población, que está añadiendo tensiones económicas y sociales.
Sur Florida / AP
El gobierno chino limita los nacimientos desde 1980 para frenar el crecimiento de la población, pero teme que el número de personas en edad de trabajar esté cayendo demasiado deprisa mientras crece la proporción de personas mayores de 65 años. Eso amenaza con afectar a sus ambiciones de convertir China en una próspera sociedad de consumo y líder de tecnología global.
Una reunión del partido dirigida por el presidente, Xi Jinping, decidió introducir “medidas para tratar de forma activa con el envejecimiento de la población”, según la agencia oficial de noticias Xinhua. Las autoridades acordaron “aplicar la norma de que una pareja puede tener tres hijos, y medidas de apoyo dirigidas a mejorar la estructura china de población”.
También se acordó que China debe subir su edad de jubilación para mantener a más gente en la fuerza de trabajo y mejorar las pensiones y servicios de salud para los mayores, señaló Xinhua.
Las restricciones que limitaban a la mayoría de las parejas a un hijo se suavizaron en 2015 para permitir dos, pero el número total de nacimiento siguió cayendo, lo que sugería que los cambios legislativos por sí solos tienen poco impacto en la tendencia.
Las parejas dicen que les disuaden los altos costes de criar a un hijo, las interferencias en sus empleos y la necesidad de cuidar de padres ancianos.
Usuarios de medios sociales se quejaron el lunes de que los cambios no hacían nada por ayudar a las parejas jóvenes con las facturas médicas, bajos ingresos y los agotadores horarios laborales conocidos popularmente como “996”, de 9 de la mañana a 9 de la tarde, seis días a la semana.
“No se ha resuelto ninguna parte del problema”, dijo en un post del servicio de blogs Sina Weibo un usuario que firmaba como Tchaikovsky. “¿Quién criará al bebé? ¿Tú tienes tiempo? Yo salgo pronto y vuelvo tarde. Los niños no saben qué aspecto tienen sus padres”.
China, al igual que Tailandia y otras economías asiáticas, afronta lo que los economistas describen como el desafío de hacerse ricas antes de hacerse viejas.
Se esperaba que la población china, de 1.400 millones de personas, alcanzara su pico más adelante esta década antes de empezar a bajar. Pero los datos del censo publicados el 11 de mayo sugerían que esto está ocurriendo más rápido de lo previsto, lo que añade la presión sobre un sistema deficitario de pensiones y salud y reduce el número de futuros trabajadores capaces de mantener a un creciente grupo de pensionistas.
La proporción de personas en edad de trabajar entre 15 y 59 años cayó a 63,3% el año pasado, respecto al 70% de la década anterior. El grupo de 65 años en adelante creció al 13,5%, respecto al 8,9% anterior.
Los 12 millones de nacimientos reportados el año pasado eran casi un quinto menos que en 2019.
En torno al 40% eran segundos hijos, en comparación con el 50% de 2017, según Ning Jizhe, funcionario de estadísticas que presentó los datos el 11 de mayo.