Los rebrotes del coronavirus en la remota región musulmana de Xinjiang, fronteriza con Asia Central, y en la ciudad costera de Dalian han elevado los contagios diarios en China a su máxima cifra desde abril. De los 61 nuevos casos diagnosticados el domingo en el último recuento oficial, cuatro fueron importados y 57 de transmisión local. De ellos, 41 están vinculados al foco detectado hace dos semanas en Urumqi, la capital de Xinjiang, y 14 a la provincia de Liaoning, donde ha aparecido otro brote en una planta procesadora de marisco de Dalian. En la vecina provincia de Jilin también se han descubierto otros dos casos más, cuyo origen se está investigando para ver si se han propagado desde dicha ciudad.
Sur Florida/ABC
Al igual que Urumqi, donde se han hecho pruebas masivas a sus cuatro millones de habitantes, Dalian se declaró en «modo de guerra» la semana pasada para contener este rebrote del coronavirus. Además de cortar más de 400 vuelos de entrada y salida, el 80 por ciento de los que pasan cada día por su aeropuerto, las autoridades están ya haciéndole el análisis del ácido nucleico a buena parte de sus cerca de siete millones de habitantes.
Como en el brote de Pekín el mes pasado y en Wuhan, epicentro de la pandemia, las muestras se agrupan de cinco en cinco o diez en diez para agilizar los resultados. Si salen negativas, significa que todos los analizados están sanos. Si dan positivas, se les vuelve a hacer la prueba uno a uno para identificar al infectado.
A tenor de la agencia estatal de noticias Xinhua, el brote más numeroso es el de Xinjiang, que lleva ya 178 casos confirmados y 170 asintomáticos. El de Dalian, de momento, se sitúa en varias decenas de contagiados después de que el coronavirus se encontrara en el envase de unas gambas importadas de Ecuador. Aunque las autoridades chinas prohibieron las importaciones de marisco de dicho país, pruebas posteriores demostraron que el coronavirus estaba en la pared del contenedor en el que las gambas habían sido transportadas.
Hong Kong sufre una «tercera ola»
Además del repunte en China continental, Hong Kong está sufriendo ya una «tercera ola» de la epidemia, que lleva seis días registrando más cien nuevos casos cada jornada. Con 145 en el último recuento, de los que solo tres fueron importados, la propagación del virus ha obligado a las autoridades a prohibir comer en los restaurantes y las reuniones con más de dos personas. Además, la mascarilla ha vuelto a ser declarada obligatoria en todo momento para frenar la expansión de la enfermedad Covid-19, que lleva 2.778 infectados y 20 fallecidos, sobre todo en residencias de ancianos.
Y Vietnam, que consiguió frenar al coronavirus sin sufrir ni un fallecido, ha cerrado la ciudad turística de Da Nang y va a evacuar a 80.000 personas tras detectar la semana pasada los primeros contagios en tres meses. Otra prueba más de lo difícil que resulta luchar contra la epidemia incluso una vez controlada.