Brian Moynihan, director ejecutivo de Bank of America, uno de los bancos más grandes de Estados Unidos, tiene una visión positiva de la recuperación económica del país, a la que ha ayudado, sin duda, la entrega de estímulos económicos por parte de la administración Biden.
SurFlorida – Solo Dinero
En una entrevista concedida el domingo al programa “Face the Nation”, de la cadena CBS, Moynihan dijo que el gasto del consumidor ha subido por encima de $1 billón de dólares este año, un incremento del 20% con respecto a los niveles que tenía en 2019. Y los estadounidenses todavía tienen mucho dinero para seguir gastando.
“Nuestros consumidores tienen mucho dinero en sus cuentas corrientes”, dijo Moynihan. “No han gastado entre el 65 y el 70% de las últimas rondas de cheques de estímulo“.
El banquero dijo que aunque no todos los sectores han regresado a su ritmo de trabajo prepandémico, la economía estadounidense muestra signos de recuperación, en la que los cheques de estímulo han ayudado.
El gobierno de Estados Unidos ha enviado $804,000 millones de dólares directamente a personas y familias de ingresos bajos y medios a través de depósitos directos, cheques o tarjetas de débito. Según un estudio publicado recientemente por investigadores de la Universidad de Michigan, los pagos redujeron sustancialmente las “dificultades materiales” de esos estadounidenses, según un análisis de los datos del censo.
“Parecería que las circunstancias de los hogares estadounidenses mejoraron luego de la entrega de las sólidas transferencias de ingresos desplegadas por el gobierno federal”, escribieron los autores del informe.
Como parte de ese dinero de estímulo todavía está en los bancos, los estadounidenses tienen un poder adquisitivo significativo para impulsar el resurgimiento continuo de la economía.
El alquiler de automóviles y los hoteles para viajes de placer son han crecido y la gente también ha comenzado a salir más a restaurantes.
Bank of America predice que la economía estadounidense crecerá un 7% este año y un 5,5% en 2022. Pero hay algunos detalles a considerar. Si los consumidores gastan el dinero del estímulo que han ahorrado, eso podría aumentar la demanda de bienes y servicios más allá de lo que la economía puede proporcionar, lo que estimularía la inflación.
Moynihan también señaló las cadenas de suministro interrumpidas y la escasez de trabajadores, como “riesgos clave”.