Los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC por sus siglas en inglés) actualizaron su guía para la vacunación contra el COVID-19 destinada a personas con problemas de inmunodeficiencia, asegurando que pueden recibir un refuerzo al menos seis meses luego de completar el proceso de vacunación.
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Pero a diferencia de los refuerzo para la mayoría de la población, un refuerzo para quienes padecen problemas de inmunodeficiencia es en realidad una cuarta dosis.
En agosto, los CDC recomendaron que las personas con problemas de inmunidad que habían recibido inicialmente las vacunas de Pfizer o Moderna, pero no de Johnson & Johnson, reciban una tercera dosis de la vacuna mRNA. Esa tercera dosis no era considerada un refuerzo, pero sí una parte de la serie inicial del proceso de vacunación.
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