La crisis provocada por la pandemia de coronavirus tiene a casi 10 millones de estadounidenses atrasados en el pago de su alquiler o su hipoteca, lo que mantiene el peligro de que produzca una oleada de desalojos, según un informe de la Coalición Nacional de Vivienda para Personas de Bajos Ingresos (NLIHC).
Sur Florida / solodinero
De acuerdo con la NLIHC, Estados Unidos tiene un déficit de 7 millones de viviendas al alcance de personas de bajos ingresos, lo cual, combinado con un problema de personas sin hogar hace que mucha gente encare dificultades para tener y mantener una vivienda.
“Para entender la crisis de desalojos que tenemos hoy debemos reconocer dónde estábamos antes de la pandemia y ya estábamos en medio de una grave crisis de vivienda asequible”, dijo la presidenta de NLICH, Diane Yentel, a CNN.
El Consejo Nacional de Viviendas Multifamiliares (NMHC) informó que en la última semana de octubre el 94.6 % de los inquilinos pagó su alquiler, un incremento de 2.4 puntos porcentuales respecto al mes anterior.
Desde el inicio de la pandemia, el mes más difícil para los inquilinos, según este seguimiento de 11.5 millones de apartamentos alquilados, fue agosto, cuando sólo el 92,1 % de los inquilinos pudo pagar su renta a tiempo.
El Instituto Aspen calculó que en agosto entre 30 y 40 millones de personas estaban en riesgo de ser desalojadas al terminar la moratoria expedida por el gobierno, pero en septiembre el Centro para Control y Prevención de Enfermedades (CDC) anunció una moratoria para los inquilinos afectados por la pandemia.
Una crisis similar afecta a los propietarios endeudados con una hipoteca, ya que en septiembre alrededor de 1.6 millones estaban atrasados en al menos 30 días en el pago a los bancos.
Para acogerse a la moratoria de desalojos dispuesta en septiembre por el CDC, las personas tienen que cumplir varios requisitos, incluida la solicitud de ayuda gubernamental para el pago del alquiler.
Los propietarios de viviendas hipotecadas aún están amparados por una moratoria temporal si su préstamo está garantizado por las agencias Fannie Mae o Freddie Mac. Dicha protección vencerá el 31 de diciembre; los bancos ofrecen otras opciones para las hipotecas sin garantía federal.