El enfrentamiento entre Texas y el Gobierno de Joe Biden por la gestión de la inmigración irregular moviliza a los conservadores más extremistas.
De repente, un rancho en una diminuta población fronteriza de Texas se convirtió este sábado en la capital temporal del trumpismo. Centenares de hombres y mujeres blancos con banderas de EE UU, y de Texas; carteles contra el movimiento Black Lives Matter o los gais, eslóganes de la campaña del actual candidato republicano como “recuperemos América” o “recuperemos nuestra frontera” y gorras de apoyo al expresidente Donald Trump acudieron al rancho Cornerstone Children, en Quemado.
Fue la última parada de un convoy que a lo largo de una semana recorrió medio Estados Unidos para llegar a esta zona limítrofe con México, la de Eagle Pass. La razón de esta caravana, que se describía como el “Ejército”.
sf