Burning Man, el festival anual contracultural que se celebra en el suroeste de Estados Unidos, fue cancelado por segundo año consecutivo debido a la pandemia del COVID-19, con planes de regresar en 2022.
Sur Florida / diariolasamericas
El evento atrae a decenas de miles de participantes a una ciudad temporal construida para la ocasión con enormes instalaciones artísticas y fiestas bailables en pleno desierto de Black Rock, en Nevada.
Los organizadores dijeron que aunque en Estados Unidos se empieza a ver la luz al final del túnel, la pandemia todavía persiste. “Las incertidumbres que deben resolverse son imposibles de resolver en el tiempo que tenemos”, agregaron el martes en su sitio web.
Burning Man comenzó en 1986, con la quema de una gran efigie de madera como acto central. Posteriormente se convirtió en un evento anual de varios días que generalmente se celebra entre fines de agosto y principios de septiembre.
El COVID-19 ha perdido fuerza en Estados Unidos, con un descenso de la curva de casos y muertes, y los estadounidenses vacunados ahora pueden hacer la mayoría de actividades al aire libre sin usar mascarilla.
“La humanidad está experimentando un trauma colectivo que no tiene precedentes en los últimos tiempos, y aunque para algunos volver a Black Rock City puede sentirse como ‘la respuesta’, tenemos por delante un verdadero trabajo de reconstrucción y sanación antes de regresar con toda la fuerza al desierto”, dijeron los organizadores de Burning Man.
“Los impactos físicos, psíquicos y emocionales de esta pandemia son reales y la recuperación de esta experiencia sucederá a diferentes velocidades”, agregaron.