El estado de Río de Janeiro privatizó su empresa de agua y alcantarillado tras años de promesas incumplidas para mejorar el tratamiento de las aguas residuales y limpiar la contaminada bahía de Guanabara.
Sur Florida / AP
La privatización del viernes es la mayor en el sector del alcantarillado de Brasil y la primera en llevarse a cabo después de que entró en vigor un nuevo marco normativo al respecto.
La Compañía Estatal de Aguas y Alcantarillado (Cedae) atiende a 64 municipios del estado de Río, de los cuales 35 fueron incluidos en la licitación. La mayoría de los activos de la empresa fueron divididos en cuatro áreas de servicio de distribución de agua y alcantarillado. Las compañías presentaron licitaciones para las concesiones por 35 años de todas las zonas excepto una: la que está ubicada en la zona oeste de la capital homónima y otros seis municipios.
La compañía de saneamiento Aegea obtuvo la concesión de dos de los cuatro bloques, presentando ofertas por un valor conjunto de 15.400 millones de reales (2.800 millones de dólares). La empresa Igua consiguió el tercer bloque, con una oferta de 7.300 millones de reales.
Un funcionario estatal comentó a los reporteros posteriormente que la cuarta zona se volverá a ofrecer en una nueva licitación.
Previamente a que no se lograra licitar el último bloque, Río había previsto invertir en obras por un valor de 30.000 millones de reales y 2.600 millones de reales para limpiar la bahía de Guanabara en los próximos cinco años.
Las empresas que ganaron la licitación tienen la meta de recoger y tratar el 90% de las aguas residuales para 2033.
De acuerdo con el Instituto Trata Brasil, una organización enfocada en la investigación sobre el tratamiento del agua potable y de las aguas residuales, sólo el 65% de las aguas residuales de la ciudad de Río son tratadas de manera adecuada, y un 35% es descargado incorrectamente. Cuatro de las 10 ciudades de Brasil con peor saneamiento básico también están en el estado de Río, alrededor la bahía de Guanabara.
Se han hecho promesas para mejorar el saneamiento alrededor de la bahía desde la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo, también conocida como Cumbre para la Tierra, celebrada en 1992. Más recientemente, la ciudad brasileña prometió en su oferta para albergar los Juegos Olímpicos de 2016 que trataría el 80% de sus aguas residuales antes de que empezara la justa, pero no lo hizo.
La privatización de Cedae generó controversia, y algunos legisladores estatales se aprestaron a tratar de impedir que se lleve a cabo. Sin embargo, un juez echó por tierra sus intentos con un fallo emitido el viernes por la mañana, horas antes de la licitación.
La empresa de servicios públicos seguirá existiendo en una forma mucho más reducida, recolectando y tratando el agua para venderla a distribuidores.