Declarando que “está bien estar de regreso”, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, inició el viernes una gira de cinco días por Europa en el Vaticano donde él y el papa Francisco — los dos líderes católicos más destacados del mundo — hablarán sobre la pandemia del coronavirus, el cambio climático y la pobreza.
Sur Florida / AP
Una docena de guardas suizos, con sus uniformes de rayas azules y doradas y sus alabardas con plumas rojas, hacían guardia en el patio de San Dámaso a la llegada de Biden y su esposa, Jill. Fueron recibidos por monseñor Leonardo Sapienza, quien dirige la casa papal, y luego saludaron uno a uno a los ujieres o caballeros papales que esperaban en fila en el patio.
“Está bien estar de regreso”, dijo Biden mientras estrechaba la mano de uno de ellos. “Soy el esposo de Jill”, dijo a otro antes de entrar al Palacio Apostólico para dirigirse a la biblioteca privada del pontífice.
Biden se enorgullece de su fe católica, que utiliza como guía moral para dar forma a muchas de sus políticas sociales y económicas. Lleva un rosario y acude normalmente a misa, aunque su apoyo al derecho al aborto y al matrimonio homosexual lo ha enfrentado con muchos obispos estadounidenses, algunos de los cuales sugirieron que debería negársele la comunión.
Biden llegó al Vaticano desde la residencia del embajador estadounidense en Roma a bordo de una caravana inusualmente, larga formada por más de 80 vehículos, en parte por las restricciones italianas contra el COVID-19 sobre el número de personas que pueden viajar en un mismo auto.
No se esperaban imágenes en vivo ni en video del encuentro debido a las restricciones de último minuto del Vaticano al acceso de reporteros.
La secretaria de prensa de la Casa Blanca, Jen Psaki, dijo antes de la visita que espera un “diálogo cálido y constructivo” entre los dos líderes.
“Hay un gran acuerdo y coincidencia entre el presidente y el papa Francisco en una serie de asuntos: pobreza, lucha contra la crisis climática, el final de la pandemia del COVID-19”, afirmó Psaki. “Estos son temas de gran importancia e impacto que estarán en el centro de lo que discutan cuando se reúnan”.
Biden y el pontífice se verán en privado, y luego mantendrán conversaciones con sus respectivas delegaciones, apuntó el asesor de seguridad nacional, Jake Sullivan. El presidente estadounidense visitará Roma y luego Glasgow, Escocia, para participar en la cumbre del Grupo de los 20 y en la del clima de Naciones Unidas, también conocida como COP26, respectivamente.
Como el segundo presidente católico de su país después de John F. Kennedy, Biden ha hecho de su audiencia con el papa una clara prioridad. Biden y el papa ya se vieron en tres ocasiones, pero está será la primera desde su llegada a la Casa Blanca.
Tras el encuentro papal, Biden se reunirá por separado el viernes con los anfitriones de la cumbre del G20, el presidente de Italia, Sergio Mattarella, y el primer ministro, Mario Draghi. Terminará la jornada con un encuentro con el presidente de Francia, Emmanuel Macron, dentro de los esfuerzos para enmendar las relaciones con París luego de que Washington y Gran Bretaña decidieron proporcionar submarinos nucleares a Australia, que canceló un contrato previo con Francia.