Después de casi seis meses de gobierno en los que ha estado lidiando con la pandemia a cada paso, el presidente Joe Biden estaba decidido a celebrar.
SurFlorida / AP
“Hoy, en toda esta nación, podemos decir con confianza: Estados Unidos está recuperándose”, declaró Biden el domingo. El mandatario fue anfitrión de más de 1.000 invitados que acudieron al jardín sur de la Casa Blanca para participar en las celebraciones por el Día de la Independencia.
Biden quería que todos los estadounidenses también celebraran, luego de haber soportado 16 meses de restricciones por la pandemia y más de 605.000 decesos. La Casa Blanca alentó las reuniones y las exhibiciones de pirotecnia en todo el país para festejar — como sacado de un guion de Hollywood — la “independencia” de la nación frente al virus.
Y hay muchos motivos para festejar: Las infecciones y decesos por el COVID-19 están en mínimos históricos o muy cerca de ellos desde que comenzó la pandemia, gracias a una intensa campaña de vacunación en Estados Unidos. Los negocios y restaurantes están abiertos, las contrataciones van en aumento y los viajes están cerca de alcanzar los niveles previos a la llegada del coronavirus.
De cualquier forma, todavía no es momento de declarar “Misión cumplida”. Más de 200 estadounidenses siguen muriendo por COVID-19 diariamente, una variante más infecciosa del virus se propaga rápidamente por el país y el resto del mundo, y decenas de millones de estadounidenses han optado por no recibir una vacuna que podría salvarles la vida.
“Si usted ya se vacunó, está usted muy bien”, dijo la doctora Mati Hlatshwayo Davis, especialista en enfermedades infecciosas en el Centro Médico para Veteranos John Cochran y en el Departamento de Salud de San Luis. “Si usted no se ha vacunado, debería estar preocupado y punto”.
“Pero eso no le quita mérito al hecho de que este país está en un lugar mucho mejor”, añadió.
Para Biden es una oportunidad largamente esperada de resaltar el éxito de la campaña de vacunación que promovió. El evento del domingo en la Casa Blanca fue el más grande que haya tenido su presidencia hasta la fecha, el indicio más claro hasta el momento de que Estados Unidos ha avanzado a una nueva fase en su respuesta al virus. Al pasar de una emergencia nacional a una crisis focalizada de responsabilidad individual, el país también pasó de la vacunación de estadounidenses a la promoción de la salud global.
“Este año, el 4 de Julio es un día de celebración especial, debido a que estamos emergiendo de la oscuridad de un año de pandemia y aislamiento, un año de doloroso temor y pérdidas devastadoras”, subrayó el presidente instantes antes de que los fuegos artificiales iluminaran el cielo de la capital.
Al destacar los confinamientos que obligaron al cierre de negocios, dejaron sin trabajo a millones de personas y separaron a innumerables familias, Biden declaró: “Hoy estamos más cerca que nunca de declararnos independientes de un virus mortal. Eso no significa que nuestra batalla contra el COVID-19 haya terminado. Aún hay mucho trabajo por hacer”.