23 de diciembre de 2024 9:09 AM

Biden dice que echará atrás política de inmigración de Trump para llegar a los hispanos

Biden dice que echará atrás política de inmigración de Trump para llegar a los hispanos. Si llega a la presidencia, Joe Biden otorgaría un estatus legal permanente a los exiliados venezolanos en Estados Unidos, pondría fin al uso de policías locales para hacer cumplir las leyes de inmigración y, en su primer día en el cargo, presentaría un proyecto de ley de que establezca una “hoja de ruta legal” para aproximadamente 11 millones de indocumentados para obtener un estatus legal, dijeron el martes asesores del candidato demócrata.

SurFlorida/El Nuevo Herald

La campaña presidencial de Biden publicó elementos básicos de su plan para los hispanos durante una llamada con los periodistas, estableciendo la intención del ex vicepresidente de echar atrás buena parte de las políticas de inmigración del presidente Donald Trump y tomar medidas para dar mejor atención médica y educación a las comunidades hispanas.

La campaña de Biden lanzó su plataforma —que en particular no menciona Cuba— pocas semanas antes de que comience la votación por correo para las elecciones del 3 de noviembre en Florida. Sus asesores, que hablaron con los periodistas a condición de no ser nombrados, dijeron que la campaña está impulsando su mensaje a favor de Biden y contra Trump en los estados políticamente indecisos, como la Florida con millones de dólares en anuncios políticos y eventos virtuales destinados a atraer a las diversas comunidades hispanas en todo el país.

“En todos estos estados nos enfocamos en llegar a los hispanos”, dijo un alto asesor, quien agregó que la campaña está creando equipos en esos estados que incluyen “tremendo liderazgo y talento hispano”.

El éxito de la campaña de Biden podría depender de su capacidad para conquistar a los votantes hispanos escépticos y en los estados políticamente indecisos.

Aunque el ex vicepresidente lidera a Trump a nivel nacional entre los hispanos, necesita que salgan a votar en cantidad suficiente en los estados indecisos, como la Florida y Arizona, para contrarrestar el dominio de Trump entre los electores blancos y ganar estados que tradicionalmente votan republicano.

La plataforma de Biden dirigida a los hispanos incluye una serie de políticas destinadas a cambiar el sistema de inmigración de Estados Unidos en la frontera con México. Pero lo que funciona en Arizona no necesariamente funciona en Florida, un estado donde los patrones de inmigración son únicos y cientos de miles de electores hispanos nacieron en Estados Unidos. De los 14 millones de electores en la Florida, alrededor del 17% son hispanos. Más de 900,000 son demócratas, cerca de 600,000 son republicanos y más de 800,000 no están inscritos en ningún partido.

En la Florida se han asentado comunidades hispanas que han llegado de todas las Américas. Los cubanoamericanos conservadores y los puertorriqueños liberales son con mucho los dos bloques de electores más grandes del estado. Pero la composición del voto hispano sigue cambiando. Un ejemplo notable: La Pequeña Habana, en Miami, se está convirtiendo lentamente en una comunidad centroamericana, con la llegada de nicaragüenses, seguida de los hondureños y guatemaltecos.

La campaña trata de asegurar que la información y los anuncios políticos dirigidos a la Florida “toquen los problemas en las comunidades hispanas que sabemos conforman la Florida, ya sea la comunidad venezolana, la comunidad cubana o la comunidad puertorriqueña”, dijo un alto asesor.

Los cubanos, que hasta el final de la presidencia de Barack Obama tenían garantizada una vía rápida a la ciudadanía si tocaban tierra en el país, han votado en gran medida por los republicanos durante 60 años, desde que la fracasada invasión de Bahía de Cochinos del presidente demócrata John F. Kennedy. Gran parte de la clase política de Miami huyó de la Cuba comunista de Fidel Castro cuando eran niños o nació en Estados Unidos de padres que habían huido de Cuba cuando eran niños.

Pero Trump recibió un apoyo deslucido de los cubanos de Miami en 2016. Ganó la Florida por 112,000 votos, pero tuvo que superar un obstáculo de casi 300,000 votos en Miami-Dade, donde la candidata demócrata Hillary Clinton le ganó casi 2 a 1.

Cuatro años después, las perspectivas han cambiado. Las encuestas indican que Trump se ha ganado a más electores cubanos en la Florida, que tienden a votar en grandes cantidades. El presidente firmó una orden ejecutiva que echó atrás el acercamiento del entonces presidente Barack Obama con La Habana y otra que autoriza las demandas contra empresas estadounidenses que hacen negocios con bienes nacionalizados por el gobierno cubano. Trump visitó La Pequeña Habana en sus primeras semanas como presidente para firmar la orden que puso fin a la normalización de Obama con Cuba, y regresó a Miami el año pasado para que el socialismo casi había muerto bajo su mandato tras respaldar a Juan Guaidó, líder de la oposición venezolana.

La campaña de Trump lanzó un anuncio de televisión relacionado con Goya Foods en intento por capitalizar un impulso de los progresistas para boicotear la marca por el apoyo de su presidente ejecutivo a Trump, y afinado su implacable mensaje antisocialista argumentando que Biden es demasiado débil para enfrentarse a los progresistas, el objetivo de un nuevo anuncio digital publicado esta semana.

“Los electores cubanos son prácticamente el único grupo de electores (en cualquier parte del país) en que las preferencias por Donald Trump ha mejorado desde 2016”, escribió el mes pasado en Medium, Carlos Odio, cofundador de la firma de análisis electoral hispano EquisLabs.

Odio cree que si Trump hubiera tenido en 2016 entre los electores cubanos el mismo apoyo que una encuesta de EquisLabs de noviembre pasado mostró que tiene ahora, habría recibido 90,000 votos más en la Florida. Pero Odio también cree que Biden puede y debe mejorar su posición entre los cubanoamericanos, particularmente entre los recién llegados y las generaciones más jóvenes nacidas en la Florida.

Odio dijo que Biden no necesita ganar el voto cubano, pero advirtió que “decenas de miles de votos están en juego en un estado que siempre se decide por un margen estrecho”.

La agenda hispana propuesta por Biden está dirigida en gran medida a la política interna y no menciona a Cuba. Pero promete revisar “todas las decisiones del Estado de Protección Temporal tomadas por la administración de Trump”, incluido si el programa federal que aplaza la proteger a ciertos nacionales de la deportación y les permite trabajar y vivir en el país, debe ampliarse a los venezolanos que huyen del régimen del líder Nicolás Maduro, muchos de los cuales se han establecido en el sur de la Florida.

“Vamos a asegurarnos de extender el TPS a los venezolanos que buscan alivio de la crisis humanitaria provocada por el régimen de Maduro”, dijo un asesor.

Leopoldo Martínez, ex legislador venezolano y miembro de la junta directiva de la organización progresista estadounidense Latino Victory, dijo que es alentador ver que el plan de Biden se compromete a ampliar el TPS a los venezolanos, muchos de quienes están atrapados en y se han enfrentado a la deportación durante el gobierno de Trump.

Martínez agregó que la plataforma de Biden podría ayudar a los venezolanos que viven en estados como la Florida y que huyendo de la desigualdad y la pobreza bajo Maduro para buscar mejores condiciones de vida.

“Para aquellos de nosotros que venimos de esa experiencia, no es solo el TPS, sino también ver el tema de oportunidades desiguales, de movilidad social e inclusión de nuestras familias latinas como parte de la sociedad estadounidense es muy alentador y muy refrescante”, dijo Martínez.

Aunque la pandemia ha dificultado hacer campaña, Biden, quien se detuvo en La Pequeña Habana para un evento de campaña el año pasado, recientemente ha fortalecido sus esfuerzos para llegar a los electores hispanos, publicar anuncios en español y contratar a nuevos asesores hispanos. El martes, los asesores de Biden no abordaron su posición sobre Cuba, pero dijeron que el ex vicepresidente tiene la intención de centrarse en la movilidad económica, la propiedad de viviendas y la atención médica.

“Entre los hispanos hay un índice desproporcionadamente elevado de personas sin seguro médico. Es una comunidad donde es especialmente importante que no solo defendamos sus derechos de la Ley de Servicios Médicos Asequibles, sino que también que ofrezcamos más opciones públicas y subsidios de seguros para que más personas puedan pagar sus primas”, dijo un alto asesor.

La plataforma publicada el martes por la campaña de Biden refleja sus esfuerzos para llegar a los electores hispanos sobre algo más que la inmigración. Las promesas incluyen la promesa de construir un nuevo museo dedicado a las contribuciones hispanas y los esfuerzos para proteger a los trabajadores hispanos expuestos a situaciones de riesgo durante la pandemia de coronavirus.

Pero la campaña de Biden ha sido cuestionada y criticada en varios puntos durante sus esfuerzos por conquistar a los electores hispanos en Florida.

Los demócratas de Miami están advirtiendo a Biden que no escoja a la representante federal demócrata Karen Bass como su compañera de fórmula debido a su historial de visitas a Cuba y sus palabras halagadoras a Fidel Castro cuando falleció en 2016. Y les preocupa que Trump pueda herir a Biden con los mismos mensajes implacables con temática del socialismo que hicieron daño a Andrew Gillum, candidato demócrata a la gobernación de la Florida hace dos años.

En el centro de la Florida, docenas de empleados de campaña escribieron una carta a la campaña de Biden el mes pasado en que cuestionaron su plan de reubicar a organizadores de campaña de habla hispana fuera de una parte del estado donde viven más de 1 millón de puertorriqueños, muchos de ellos electores independientes.

“La [Campaña Coordinada de la Florida] está suprimiendo el voto hispano sacando sin explicación a los organizadores de habla hispana del centro de la Florida, lo que impide enfrentar un sistema político dominada por los blancos contra el que debemos estar trabajando como organizadores de un partido progresista”, expresa la carta, firmada por más de 90 trabajadores electorales de terreno.

Durante la llamada, altos asesores de Biden sugirieron que están abordando algunas de las preocupaciones de los trabajadores electorales en la Florida, como que la campaña no tenía material traducido al español, portugués o creole para los centros de llamadas telefónicas.

“Como parte de esta implementación de la agenda, también estamos proporcionando comunicación directa con nuestros organizadores en forma de guiones en español e inglés”, dijo un asesor.

Muchos puertorriqueños —ciudadanos estadounidenses de un territorio donde la política gira alrededor del estatus político de la isla— optan por inscribirse como independientes en la Florida. Los estrategas creen que el gobernador Ron DeSantis y el senador federal Rick Scott ganaron sus carreras por poco margen en parte porque tuvieron un mejor desempeño entre los puertorriqueños que Trump en 2016.

El apoyo de Trump entre los puertorriqueños cayó a niveles bajos después de su respuesta al huracán María, una tormenta de categoría 5 que golpeó la isla caribeña en 2017. Una encuesta de la Universidad Internacional de Florida realizada el verano después de la tormenta concluyó que tres de cada cuatro electores puertorriqueños en la Florida tenían una opinión desfavorable de Trump.

Biden no heredará automáticamente a los electores que no voten por Trump. Y aunque su plan mencionó a Puerto Rico y al huracán María, no incluyó propuestas para abordar la persistente crisis fiscal de Puerto Rico, una de las razones por las que miles de puertorriqueños se han trasladado a la Florida.

Sus asesores dijeron el martes que Biden espera ganar electores condenando las políticas de inmigración de Trump, como la separación de familias por en la frontera con México y su intento de poner fin al programa DACA, que proteger de la deportación a cientos de miles de jóvenes cuyos padres los trajeron a Estados Unidos sin autorización cuando eran niños.

También tienen otra estrategia. Para luchar contra las acusaciones de socialismo de Trump, la campaña Biden y el comité político demócrata Priorities USA están contrarrestando al llamar “caudillo” al presidente, comparándolo con el venezolano Nicolás Maduro y el nicaragüense Daniel Ortega.

“La estrategia de Trump es sembrar la división”, afirma el documento de política de Biden publicado el martes, llamada una “agenda para la comunidad hispana”.

La campaña de Trump respondió el martes con un comunicado de Sandra Benítez, directora ejecutiva de Latinos for Trump, en el que acusó a la campaña de Trump de ser “un desastre culturalmente incompetente”.

“La única razón por la que los que manejan a Joe Biden han presentado ahora un ‘plan para los hispanos’ es porque, como otros liberales blancos, solamente pretende preocuparse por los hispanos y las minorías cuando quiere nuestro voto”, dijo Benítez. “A diferencia de las promesas vacías de Joe Biden, el presidente Trump ha entregado resultados reales para las familias hispanas, como un índice de desempleo históricamente bajo y millones de nuevos empleos para nuestras comunidades antes que la pandemia afectara nuestra economía”.

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