La cifra semanal de solicitudes del subsidio por desempleo en Estados Unidos bajó a 837,000 la semana pasada, comparada con las 873,000 de la semana anterior, en otro indicio de que continúan los despidos de trabajadores en el séptimo mes de la pandemia, informó el Departamento de Trabajo.
Sur Florida/El Nuevo Herald
El promedio de estos trámites para la obtención del subsidio convencional por desempleo, que compensa las variaciones semanales, fue de 867,250 en la semana que concluyó el 25 de septiembre, comparado con 879,000 de la media de la semana anterior.
En la semana que concluyó el 19 de septiembre, según la Oficina de Estadísticas Laborales, el subsidio convencional por desempleo se pagaba a 11,76 millones de personas, comparado con 12,74 millones de la semana anterior.
El Departamento de Trabajo informará mañana sobre el índice de desempleo en el mes de septiembre, después de haber registrado un 8,4 % en agosto.
Las solicitudes del subsidio convencional han disminuido sustancialmente desde que en la última semana de marzo llegaron a 6,8 millones, pero en semanas recientes se han mantenido por encima de las 800,000, cuatro veces más que las cifras en los meses anteriores a la pandemia de COVID-19.
Entre marzo y abril, la mayor economía del mundo perdió casi 22 millones de empleos y aunque desde entonces ha mostrado una recuperación y la Reserva Federal calcula que se ha recuperado la mitad de esa cifra, el ritmo de contratación de trabajadores se ha reducido en los últimos dos meses.
Este dato semanal no incluye a más de 16 millones de personas que recibían un subsidio semanal de 600 dólares bajo un programa de emergencia aprobado por el Congreso y promulgado por el presidente Donald Trump en marzo.
El programa, que amparaba a trabajadores independientes y contratistas excluidos del subsidio convencional, concluyó a finales de julio y el Congreso no ha llegado a un acuerdo para extenderlo.
En agosto, Trump firmó un decreto autorizando un subsidio semanal de 300 dólares, que requiere la participación de los gobiernos estatales con 100 dólares adicionales, en un programa con una duración de sólo seis semanas.