Los azeríes salieron con ánimo celebratorio a las calles de Bakú después de que el presidente Ilham Aliyev dijera el domingo que las fuerzas de su país habían tomado Shusha, la segunda ciudad más grande del enclave de Nagorno-Karabaj, aunque las autoridades armenias negaron que la ciudad hubiera sido capturada.
Sur Florida/Reuters
Shusha, a la que los armenios llaman Shushi, tiene importancia cultural y estratégica para ambas partes y está situada 15 kilómetros al sur de la ciudad más grande del enclave, Stepanakert.
Al menos 1.000 personas han muerto en casi seis semanas de combates en Nagorno-Karabaj y sus alrededores, un enclave montañoso reconocido internacionalmente como parte de Azerbaiyán pero poblado y controlado por armenios étnicos.
El Ministerio de Defensa de Armenia dijo que continúan los intensos combates por el estratégico emplazamiento, mientras que el Ejército de Defensa de Nagorno-Karabaj dijo que había repelido los múltiples intentos de los soldados azeríes de avanzar sobre la ciudad.
Alentada por el apoyo de Turquía, Azerbaiyán ha dominado hasta ahora en los combates, los más sangrientos de los últimos 25 años en el Cáucaso meridional. En poco más de un mes, ha recuperado gran parte de la tierra en Nagorno-Karabaj y sus alrededores que perdió en una guerra anterior por el territorio en el decenio de 1990.