Las Vegas, una ciudad construida en el desierto, famosa por sus excesos, quiere ser modelo de preservación del medio ambiente. Con ese fin, analiza una propuesta de prohibir el césped sobre el que nadie camina en un esfuerzo por ahorrar agua.
Sur Florida / diariolasamericas
Las autoridades de Las Vegas llevan dos décadas tratando de convencer a la gente de que reemplace plantas en sus propiedades que consumen mucha agua con plantas del desierto y ahora llevan sus propuestas mucho más lejos: Pidieron a la legislatura del estado de Nevada que prohíba aproximadamente el 40% del césped que queda.
La entidad que maneja el agua en el sur de Nevada calcula que hay casi 21 kilómetros cuadrados (8 millas cuadradas) de “césped que no cumple función alguna”, sobre el que nadie puede caminar o que es usado en las calles, viviendas públicas y parques de oficinas.
Dicen que el césped decorativo requiere cuatro veces más agua que las plantas naturales de la región, como el cactus. Al eliminar esos pequeños espacios verdes, estiman que la región podría reducir su consumo de agua un15% y ahorrar 53 litros (13 galones) de agua por persona diariamente.
Las Vegas es conocida por atracciones como las vistosas fuentes del hotel Bellagio, pero las autoridades dicen que los residentes se preocupan por conservar el agua y están muy pendientes de filtraciones en los sistemas de irrigación y de los rociadores de agua de los jardines.
“La percepción que hay afuera es muy distinta, ignora la ética con que la comunidad conserva el agua”, afirmó Colby Pellegrino, director de recursos acuáticos del sur de Nevada.
Durante las sequías de los últimos años, Nevada prohibió temporalmente usar agua para regar jardines, pero ninguna ciudad, ni ningún estado, ha tratado de eliminar ciertas categorías de césped.
“La magnitud de esta propuesta no tiene precedentes”, aseguró John Berggren, analista de las políticas hacia el agua de Western Resource Advocates.
La propuesta es parte de una batalla que comenzó en el 2003, cuando se prohibió a los constructores de edificios plantar césped en los frentes de las casas nuevas Da a los propietarios de viviendas viejas una compensación de tres dólares por pie cuadrado (930 centímetros cuadrados).
Esa iniciativa no logró demasiado y las autoridades dicen que la cantidad de terrenos que eliminaron el césped es hoy seis veces más pequeña que en el 2008. Y el consumo de agua en el sur de Nevada subió un 9% desde el 2019.
El año pasado fue uno de los más secos en la historia de la región. Hubo 240 días sin lluvia en Las Vegas. Y hay dudas acerca de la cantidad de agua que fluirá en el futuro por el río Colorado, que abastece el 90% del agua que se usa en la zona.
El río abastece de agua a Arizona, California, Colorado, Utah, Nevada, Nuevo México, Wyoming y México. A medida que disminuye el agua del río por las sequías y el cambio climático, se estima que la cantidad de agua asignada a Arizona, California y Nevada será reducida más todavía.
Justin Jones, comisionado del condado de Clark que sirve en la junta del organismo que maneja el agua, dice que eliminar el césped decorativo no trastornará la vida de la gente.
“Para que no queden dudas: No le apuntamos al patio trasero de las casas”, manifestó. El objetivo es el césped en el medio de una carretera, por donde nadie camina. “Eso es una tontería”.
“Las únicas personas que pisan el césped en el medio de una carretera son los que lo cortan”, agregó Jones.
La agencia tiene distintas regulaciones para los espacios verdes públicos. A juzgar por imágenes satelitales, cree que hay césped decorativo sobre todo en zonas comunes mantenidas por asociaciones de propietarios de viviendas y propietarios de espacios comerciales.
Jones dijo que la propuesta encuentra cierta resistencia en comunidades con coquetos espacios verdes, pero que en términos generales ha habido un cambio cultural promovido por campañas de concientización acerca del uso del agua y por las compensaciones por eliminar el césped.
Matt Walker, cabildero de la Asociación de Constructores del Sur de Nevada, dice que a los potenciales compradores no los desalientan las viviendas sin césped decorativo si hay parques en las inmediaciones.
El ahorro de agua reduce el consumo per cápita y refuerza el argumento de los constructores de que el desierto puede acomodar más gente, según Walker. “Así podemos seguir haciendo lo nuestro, que es construir viviendas”.
“La gente está mucho más dispuestas a aceptar prácticas responsables en lo que se refiere al uso del agua”, expresó.