El exboxeador Oscar de la Hoya admitió en un programa de televisión que las fotos que se publicaron en el 2007 y en las que aparecía vestido de mujer eran de él y no un montaje.
Las escandalosas declaraciones fueron ofrecidas en una entrevista en el programa de Univisión, “Aquí y ahora”.
“Sí era yo… estoy cansado de mentirle a la gente y a mí mismo. Estaba bajo el efecto del alcohol y la cocaína, y era la primera vez que lo hacía”, apuntó.
De la Hoya también confesó que pensó en suicidarse tras convertirse en un adicto al alcohol y a las drogas, y que le fue infiel a su esposa Millie Corretjer.
“En una de esas noches estaba borracho, solo y me pregunté: ¿valdrá la pena seguir viviendo? Pero me pasaron por la mente mis hijos, mi esposa, mi familia, y lo pensé. No soy capaz de hacer algo así (suicidarme), pero lo pensé”, dijo De la Hoya.
El excampeón mundial en seis divisiones explicó que su droga fueron la cocaína y el alcohol.
“Me da mucha pena decirlo. Estaba yo involucrado en las drogas. No toda mi vida, no toda mi carrera. Esto pasó hace dos años y por poco muero. Es tan fuerte esta adicción a la cocaína. La fiesta, los supuestamente amigos… Fue una vida muy mala. Una vida en donde no quería pensar en nada, ni en mis hijos, ni en mi esposa, en nada. Solo quería estar de fiesta. No probé otra droga, solo la cocaína”, manifestó.
Sobre la bebida
“En las familias latinas se usa el que las mujeres en la cocina y los hombres en el patio, y enviaban a Oscarito a buscar las cervezas al refrigerador y las probaba y nadie me decía nada. Era un traguito, pero luego de 30 o 40 veces ya me acostumbré y lo comencé a tomar entonces a escondidas. Empecé a tomar a los nueve años. Mi madre me descubrió. Me pegó, me regañó”, dijo. “Yo cancelaba peleas. Tomaba tequilita para calmar los nervios antes de una pelea”.
De la Hoya, de 36 años, aseguró que esta adicción le arruinó su vida.
El exboxeador admitió que en el 2009 fue a parar a una sala de emergencias de un hospital en Los Ángeles, por una sobredosis de cocaína y alcohol.
Este año, el púgil estuvo 30 días recluido, pero como no se sentía preparado para salir decidió estar tres semanas más.
De la Hoya admitió que le falló a su familia: “Le fui infiel a mi esposa”.
Además, dijo que estaba agradecido con ella, porque se quedó a su lado.
“Estoy superenamorado de ella. Ella es el amor de mi vida y la amo con todo el corazón”.
De la Hoya terminó su carrera con un récord de 39-6 y 30 nocauts.