26 de noviembre de 2024 11:32 AM

Así puedes cumplir tus metas financieras este 2021

Un año nuevo comienza y para muchos es una oportunidad de empezar su independencia o simplemente tener la posibilidad de retomar el rumbo de sus finanzas. Muchos se ponen diferentes propósitos, entre los que destacan aquellos que tienen que ver con cuestiones de dinero como lo es comprar un automóvil, comprar una casa o vivir en otra ciudad. Aunque el rumbo puede variar y depender de tus propias posibilidades, la mejor forma de llegar a cualquier objetivo que involucre tu dinero es por medio de un presupuesto. Te vamos a decir todo lo que tienes que saber sobre el tema, cómo crearlo y qué tipos hay.

Sur Florida / solodinero

Conceptos básicos
Un presupuesto se basa principalmente en tu capacidad de ingresos y su división en gastos regulares, irregulares, pago de deudas y ahorro, que se convierte en su principal objetivo para ejecutarlo.

Tal como lo señala GoBankingRates, cuando comienzas, es necesario que procures ser realista. Cuando tienes un ingreso regular, puedes empezar por contemplar una cantidad sobre todos los pagos seguros que debes realizar mes con mes como lo es la renta, el pago de servicios, plan de teléfono, pago de deudas, entre otros. Pero cuando no tienes ganancias seguras, hacer un presupuesto te va a permitir tener más posibilidades de prevenirte para aquellos momentos difíciles.

Lo importante de presupuestar es que te pongas una meta de ahorro semanal o mes con mes. Puede ser pequeña para comenzar y adquirir confianza con el tiempo.

Tipos de presupuestos
Hay muchos caminos para llegar a un mismo objetivo. Lo importante es la dedicación, la disciplina, el enfoque y la determinación para seguir el presupuesto que tú decidas elegir. Entre los tipos de presupuestos más comunes se encuentran:

Presupuesto de base cero: funcional para ingresos regulares. Todo dólar que entra a tus arcas se destina a un rubro en específico, considerando gastos frecuentes, ahorro y pago de deudas. Adquiere su nombre porque el total de ingresos menos gastos debe ser igual a cero.
50/30/20: desarrollado por Elizabeth Warren, este método asigna el 50% de tus ingresos a tus necesidades, el 30% a tus deseos y el 20% a acumular ahorros y pagar deudas.
Método del sobre: popularizado por el gurú de las finanzas personales, Dave Ramsey, este método es similar al de base en cero, donde cada sobre estará destinado a un gasto en específico, incluido el ahorro.
80/20: es una sintetización del método 50/30/20, donde pones el 80% de tus ingresos a todos tus gastos y el 20% al ahorro.
Cualquiera de estos métodos puede llevarse a cabo de manera estática, donde nunca cambiará así aumenten tus ingresos, o de forma flexible donde puedes realizar ajustes con base en tus necesidades. Por ejemplo, si tienes deudas de tarjetas de crédito y además tienes un préstamo de automóvil, lo mejor sería disponer parte del dinero a cada rubro y no en uno solo generalizado.

Cómo crear tu propio presupuesto
Elijas el método que elijas, es importante que sepas cómo llevarlo a cabo. Cualquiera de los tipos de presupuesto requieren de saber cómo llevarlo a cabo. Generalmente esto es lo que vas a necesitar hacer:

  1. Elegir el tipo de presupuesto que quieres hacer.
  2. Tener claros tus ingresos. Cuando tienes un salario, este punto no es complicado; pero cuando eres un trabajador independiente, tu entrada económica pueden ser muy irregulares y, aunque es complicado descifrar una cantidad en específico, procura tener un promedio de tus ganancias.
  3. Enumera tus gastos seguros. Aquí entran pagos de renta, servicios, transporte y alimentación.
  4. Enumera tus gastos regulares. En este punto están tus deudas, planes de servicios o suscripciones.
  5. Aparta una cantidad específica de ahorros. Algunos expertos señalan que deberías ahorrar por lo menos el 10% de tus ingresos. Sin embargo, debes contemplar guardar dinero para crear un fondo de emergencia, para tus metas a futuro como lo es el pago inicial de una casa, unas vacaciones y realizar aportaciones a alguna cuenta de jubilación, por lo que el 10% podría parecer insuficiente. Para cuestiones de ahorro, jamás debes limitarte, pero para eso es el presupuesto, para que tengas claro cuánto gastas y cuánto puedes ahorrar.
  6. Registra todas tus ganancias y gastos. Además de tus gastos regulares y el ahorro, podrían existir otro tipo de gastos que no contemplas y de los que deberías mantenerte al tanto como son salidas a cenar, idas al cine, viajes y hasta tu café diario. Debes tener pleno control de todo lo que entre y salga de tu bolsillo, esto te permitirá pulir tu presupuesto con el tiempo. Puedes hacer tu registro en un cuaderno o por medio de aplicaciones que te ayudarán a tener plasmado cada detalle sobre la dirección de tu dinero.
  7. Monitorea tu presupuesto mes con mes. Tal vez termines tus deudas ¿y ahora a dónde vas a destinar ese dinero? Te diríamos que al ahorro, ¿pero si subieron los precios de la gasolina, la alimentación o la vivienda? Quizás lo podrías dividir en los gastos importantes.

Como vez, un presupuesto no es una ley, es un medio para alcanzar que llegues a tus metas mes con mes, sin sufrir, y con mayor control de tus finanzas. Un presupuesto no tiene sentido, si no consigues ahorrar para lograr objetivos más grandes.

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