Pocas personas pueden comprar una casa en un pago único. La inmensa mayoría tenemos que recurrir a solicitar un préstamo hipotecario. Para ser aprobado, necesitas tener buen crédito. ¿Es posible adquirir una vivienda con mal crédito? La respuesta es sí, aunque debes tener sus debidas precauciones.
Sur Florida / solodinero
El historial y el puntaje de crédito permiten a los prestamistas detectar cuando un cliente tiene potencial de pago o simplemente es un riesgo incurrir en aprobarle un préstamo, sea cual sea. Más si se trata de una suma tan fuerte como lo es la hipoteca de una casa. Siempre es recomendable tener un puntaje que raye en lo excelente, pero tampoco es imprescindible.
Tener un buen puntaje no sólo te garantiza que seas aprobado para un préstamo hipotecario, sino también una tasa de interés asequible para el comprador. En algunas ocasiones, el prestamista podría aprobar el préstamo aun cuando tienes mal puntaje de crédito, pero con una tasa de interés más elevada para compensar los riesgos en los que incurre al validar tal cantidad.
Hay tres formar cómo podrías comprar una casa con mal crédito, pero debes estar prevenido porque algo es seguro, podrías desembolsar más dinero del planeado.
- Solicita un préstamo FHA
La administración Federal de Vivienda (FHA) asegura algunos préstamos para personas con mal crédito. Los préstamos FHA son más asequibles que los préstamos hipotecarios regulares, ya que la administración es la encargada de respaldar el dinero prestado por la vivienda. Requieren de un pago inicial del 3.5% del valor de la vivienda, mucho menor que el usual 10% solicitado por las entidades financieras hipotecarias.
La complicación radica en que para este tipo de préstamo necesitas contratar un seguro hipotecario. Esto significa tener que contemplar un pago adicional al de tu hipoteca mensual.
- Hacer un pago inicial grande
Tal como lo aconseja DoughRoller, para reducir el riesgo del prestamista y aumentar tus posibilidades de calificar para un préstamo, podrías intentar ofrecer más que el pago inicial típico de la vivienda. Esto reduce la pérdida potencial para el prestamista y muestra que estás dispuesto a poner más dinero en juego.
Cuanto más efectivo pongas en la vivienda, menos probable será que el prestamista considere que estarás dispuesto a dejar el préstamo a la deriva. Esta opción puede ser un gran aliciente para conseguir una hipoteca. El mayor problema es juntar una cantidad mayor al 20% del valor de la vivienda que quieras para que las entidades financieras te tomen en serio, sin mirar tanto hacia tu puntaje.
- Aceptar una tasa de interés más alta
Entre menor sea el puntaje que tengas, ten por seguro que se verá reflejado en mayores tasas de interés, si es que el prestamista avala tu solicitud. Recuerda que las tasas hipotecarias son las que marcarán la pauta de la cantidad que pagarás mensualmente, además de que aumentarán lo que te costará la vivienda.
Si crees poder solventar los pagos mensuales elevados, este apartado no deja de ser una opción para ti. Pero la realidad es que este punto es el menos recomendable. Está en las entidades financieras que acepten tu solicitud ofreciéndote tasas más altas y en ti que seas responsable en tus mensualidades. Si cuentas con ahorros suficientes, tal vez realizar un pago inicial más elevado podría reducir tu tasa hipotecaria.