Fenómenos como la serie «Las chicas del cable», estrenada en la plataforma de «streaming» Netflix en 2017, nos han hecho recordar, o ver por primera vez en el caso de los más jóvenes, cómo fueron los comienzos de la telefonía en todo el mundo. Con el paso de las décadas, el sector de las telecomunicaciones ha evolucionado notablemente. Y, además, estos cambios han modificado por completo la forma en que una persona interactua con un teléfono a la hora de hacer algo que hoy nos resulta tan básico como una llamada.
Sur Florida/ABC
En el presente, gracias a internet, los teléfonos son inteligentes y, curiosamente, la llamada es su uso menos frecuente. Disponen de todo tipo de funciones que representan la nueva comunicación entre las personas, como las videollamadas o las aplicaciones de mensajería instantánea, que tantísimo han crecido durante estos tiempos de pandemia. Y es que el contexto actual ha provocado que los hábitos de consumo de los usuarios se hayan transformado y la actividad en la red se haya multiplicado.
Aplicaciones como Google Meet incrementaron su uso en las primeras semanas de confinamiento un 60% diario y en otras recién lanzadas, como Enreach Meetings, se crearon 10.000 salas de reuniones durante el mes de marzo. Zoom, herramienta de videollamadas pensada especialmente para el entorno laboral, se ha convertido en la cuarta aplicación más de descargada de 2020. Solo por detrás de TikTok, Facebook y WhatsApp.
Sin embargo, a pesar de la rápida evolución que hemos experimentado en solo unas décadas, pronto se producirá un nuevo cambio de era en el mundo de las telecomunicaciones a escala global que llevará las llamadas al siguiente nivel: el 5G, que cada vez está más presente en nuestras vidas; pero que promete con transformar la tecnología notablemente en los próximos años, como explican desde la operadora en la nube masvoz.
«Los avances en el sector de las telecomunicaciones han dado lugar al concepto de telefonía inteligente y el 5G no solo va ligado a una mejor conexión a Internet, sino que también implica la posibilidad de crear un ecosistema de servicios ligados a la voz y a la telefonía con infinitas aplicaciones», señala Santi Vernet, director comercial de la empresa. A continuación, realizamos un recorrido por todas las fases que ha superado la telefonía antes de llegar al punto en el que nos encontramos.
De las centralitas a la nube
Desde la primera llamada telefónica de la historia en 1876, las compañías telefónicas fueron implantando centralitas manuales siguiendo el modelo de la Bell Telephone Company. Las operadoras conectaban las llamadas de forma manual mediante unas clavijas que tenían que introducir en la toma del otro interlocutor. Por tanto, en aquella época no se establecía conexión inmediata y, cuanto mayor distancia había, más conexiones se necesitaban entre distintas centralitas, por lo que se podía pasar mucho tiempo hasta que sonaba el teléfono del destinatario.
Posteriormente se pasó a un sistema de centralitas automáticas, que permitían realizar llamadas directamente al destinatario sin la intermediación de una operadora. Con la democratización del teléfono, cada vez más personas tenían un dispositivo en su casa que les permitía contactar con otra persona en cuestión de minutos. Sin embargo, la próxima revolución se daría con la llegada del VoIP, es decir, la tecnología que permite realizar llamadas a través de internet, y que, entre otras ventajas, elimina la necesidad de adquirir o mantener equipos físicos. Gracias a ello, esta tecnología ha dado lugar a las centralitas virtuales en la nube, que no solo ofrecen la posibilidad de realizar llamadas, sino que suman servicios de valor añadido y una escalabilidad muy amplia con la comercialización basada en un modelo «as a service» o SaaS.
Móviles (y videollamadas)
La popularización del teléfono móvil fue otro hito a nivel de comunicaciones. Motorola fue la marca pionera en lanzar estos dispositivos que, a día de hoy, son esenciales en nuestra vida cotidiana. En el año 1995 llegó el primer móvil que podía enviar mensajes de texto, el Nokia 2110.
Los «smartphones» surgieron a raíz del primer iPhone en el año 2007, con capacidad de conexión a internet, pantallas cada vez más grandes y de mejor calidad y las infinitas posibilidades que ofrecen sus «apps»: mensajería instantánea, redes sociales, pagos móviles o videollamadas. Estas últimas han sufrido un auge exponencial en los últimos años gracias a la conectividad de los smartphones: del 2G hemos pasado al 4G, con el que podemos realizar videollamadas sin cortes en la calle.
El 5G comienza a despegar
La tecnología 5G, según afirma Nokia en su último informe, podría llegar a aportar hasta 8 billones de dólares al PIB mundial en 2030. En este sentido, cabe destacar que el desarrollo de las redes de quinta generación o 5G supone muchos beneficios para las comunicaciones móviles, como el aumento de la velocidad de conexión a internet móvil. Sin embargo, las llamadas y los servicios que utilizan la voz también mejorarán gracias a esta nueva tecnología.
En este sentido, bajo la tecnología 5G se va a desarrollar el sistema VoNR (Voice over New Radio, por sus siglas en inglés), tecnología de voz que promete una menor latencia, mejor calidad de sonido y una mayor calidad de imagen en las llamadas con vídeo.
Además, se prevé que la voz 5G será cada vez más valioso para los consumidores pero también para las empresas, coincidiendo con el crecimiento de las tecnologías de última generación, como la realidad aumentada, virtual o mixta. Los expertos predicen que las comunicaciones con hologramas o el manejo de robótica a distancia son solo algunas de las innovaciones que traerá el VoNR a nuestras vidas.