Un artista y disidente cubano que durante una semana protestó en su casa y generó una fuerte campaña en redes sociales con el argumento de que estaba en huelga de hambre se encontraba el domingo en un hospital de La Habana.
Sur Florida / AP
Luis Manuel Otero Alcántara arribó en la madrugada al Hospital Calixto García de esta capital sin “signos de desnutrición” y “con presencia de parámetros clínicos y bioquímicos normales”, dijo una nota oficial del Ministerio de Salud.
Durante una semana, Alcántara protestó contra el gobierno y la seguridad del Estado a las cuales acusó de haberle quitado obras plásticas. Desde entonces, su casa se encontraba rodeada por agentes uniformados y de civil.
The Associated Press no pudo constatar de manera independiente la huelga de hambre, pero sí la presencia policial.
Estados Unidos había expresado sus interés por Otero Alcántara y la subsecretaria interina de la Oficina de Asuntos del Hemisferio Occidental del Departamento de Estado, Julie Chung, indicó que las autoridades de ese país estaban “extremadamente” preocupados por su bienestar.
No está claro tampoco hasta ahora la forma en la cual Otero Alcántara salió de casa, aunque la nota de la dependencia aseguró que llegó en ambulancia.
El comunicado oficial indicó que arribó al centro de salud “en transporte sanitario, en estado consciente, y deambulando sin dificultad” y su evolución es “estable”.
Desde su arribo a la institución y durante todo el proceso se ha mantenido cooperativo con el personal de salud que lo atiende, se indicó.
Esta es la segunda ocasión en menos de seis meses que Otero Alcántara realiza una protesta de este tipo. En noviembre la acción fue el catalizador para que un grupo de intelectuales y artistas terminaran manifestándose convocados mediante Internet a las puertas del Ministerio de Cultura solicitando un diálogo para conseguir más espacio para el arte independiente.
Las autoridades consideran habitualmente a los disidentes como “mercenarios” y suelen mostrar pagos a estos o a sus patrocinadores realizados por grupos de interés en Estados Unidos con una agenda contraria a la revolución.