El presidente mexicano pidió el viernes a los políticos y a los agricultores enojados en el norte de México que permitan que el país pague su deuda de agua con Estados Unidos y señaló que no quiere que la nación se vuelva un problema en las elecciones estadounidenses.
Sur Florida / apnews
Andrés Manuel López Obrador destacó que, a diferencia de 2016, los candidatos en la contienda hacia las elecciones presidenciales de noviembre en Estados Unidos han sido “respetuosos” con México y que él quiere que siga siendo así.
“No descartamos de que se cumpla con el compromiso… ni descartamos que vamos a cumplir”, dijo Obrador. “Hay elecciones en Estados Unidos. No queremos que esto sea un tema de campaña”, agregó.
López Obrador insistió en que “los candidatos han sido respetuosos de Mexico” y que “Mexico no está en el debate político-electoral”.
Como candidato en 2016, Donald Trump acusó a México de enviar violadores a cruzar la frontera, pero la retórica de este año ha sido más suave.
El tiempo se acaba: los agricultores han tomado una presa en el norte de México necesaria para pagar la deuda y queda menos de un mes para cumplir con el plazo del 24 de octubre para liberar agua a las comunidades a lo largo del fronterizo río Bravo (conocido como río Grande en Estados Unidos).
López Obrador, quien aparentemente ha establecido relaciones amistosas con el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha dicho que apelará al “entendimiento” de Trump si es necesario, pero no está claro cuánto puede ayudar Trump en año electoral y mientras los agricultores de Texas están enojados porque México debe agua en virtud de un tratado de 1944 para compartir el líquido. Estados Unidos ha dicho que el país vecino todavía puede cumplir con el plazo.
A menos de que acabe el plazo, México todavía tiene que transferir casi un año de agua, equivalente a 244.663 acres-pie (301 millones de metros cúbicos). Estados Unidos le da a México cuatro veces más agua del río Colorado, que está más al oeste, bajo el mismo tratado y México está preocupado por la posibilidad de perder eso.
“Hay un riesgo”, dijo Roberto Velasco, director general para América del Norte de la Secretaría de Relaciones Exteriores de México. Agregó que también existe el riesgo “de ir a una renegociación del tratado”.
El conflicto binacional ha sido adoptado por el conservador Partido Acción Nacional, de oposición. López Obrador acusa a los manifestantes de ignorar los intereses de la nación y asegura que el tratado es muy ventajoso para México.