El anuncio de la renuncia del papa Benedicto XVI, que se hará efectiva el próximo 28 de febrero, ha generado una respuesta masiva en la comunidad internacional.
Mientras que algunos se muestran sumamente conmovidos, otros expresan sus críticas ante una situación que no tenía lugar en la Iglesia Católica desde la Edad Media.
Como era de esperarse, América Latina es una de las regiones más conmocionadas.
En Uruguay, hasta los propios miembros del clero se vieron sorprendidos con la renuncia de Benedicto XVI. El obispo auxiliar de Montevideo, Daniel Sturla, le dijo al diario El País, de Uruguay, que “la Iglesia uruguaya no estaba al tanto”.
Por su parte, el sacerdote uruguayo Gonzalo Aemilius, indicó -en declaraciones reproducidas por el mismo diario- “me pongo de pie y aplaudo a Benedicto por el acto tan valiente, humano y de un hombre de profunda fe que no tiene miedo de sus limitaciones”.
Los elogios también estuvieron presentes en Venezuela, en donde el presidente de la Conferencia Episcopal Venezuela, Diego Padrón, calificó de “buen ejemplo” la decisión papal de renunciar y aseguró que el Papa “tiene en muy alta estima a Venezuela, a pesar de lo poco que viaja”.
Discusión global
Mientras que algunos se muestran conmovidos, otros expresan sus críticas ante una situación que no tenía lugar en la Iglesia Católica desde la Edad Media.
En el caso de Brasil – el país con más católicos del mundo – la noticia ha logrado desplazar de los títulos principales de diarios brasileños en internet a las celebraciones de Carnaval, que dominaban la agenda informativa.
El diario Folha de S. Paulo incluyó en su edición digital un análisis que señala que “al renunciar con día y hora marcada, el Papa gana enorme influencia sobre el proceso de elección de su sucesor”.
“Aparte de haber creado una composición más europea del colegio de cardenales, el órgano que, reunido en cónclave, escoge al nuevo Papa, el simple hecho de él estar cerca va a orientar el cambio”, agrega el artículo firmado por Igor Gielow.
Otros aseguran que su decisión es la más apropiada dadas las circunstancias.
Uno de ellos es el periodista y candidato presidencial por el Partido de los Trabajadores en Paraguay, Eduardo Arce, quien indicó a BBC Mundo que “a pesar de generar conmoción, la renuncia es la mejor opción si el Papa se siente cansado y sin posibilidades de dar lo que tiene que dar para un cargo tan importante”.
“Para la Iglesia (Católica) es mucho mejor tener un jerarca, un Papa, más dinámico. Y sobre todo con ideas más frescas y menos retrógradas”, agregó Arce.
La renuncia de Benedicto XVI se produjo en un día especial para los católicos colombianos, pues este lunes tenía que anunciarse la fecha de canonización de la que será la primera santa colombiana: María Laura de Jesús Montoya Upegui, conocida como Madre Laura.
Según el cardenal colombiano Darío Castrillón, exprefecto de la Sagrada Congregación para el Clero, el Papa de hecho anunció su intención de retirarse inmediatamente luego de la ceremonia en la que se fijó el próximo 12 de mayo como la fecha para la elevación a los altares de la nueva santa.
Críticas e interrogantes
Muchos esperan que algún latinoamericano -región que representa el 42% de los católicos del mundo- pueda reemplazar a Benedicto XVI.
Por el momento, se especula que, entre otros, el cardenal de Ghana, Peter Turkson, es uno de los opcionados para convertirse en el sucesor de Benedicto XVI. Al respecto, Turkson le dijo al programa Focus on África de la BBC: “este es un momento para rezar y no para especular”. (BBC Mundo)