La automatización de procesos industriales no es un fenómeno reciente. Desde hace un siglo se han introducido las máquinas en las cadenas de montaje. En los últimos años, sin embargo, se han acelerado los avances en el campo de la robótica y la Inteligencia Artificial hasta el punto que la transformación digital ha generado dudas sobre el futuro de los empleos. Una de las empresas que más ha invertido en cambiar las dinámicas de trabajo en los almacenes ha sido Amazon, que se suele poner de ejemplo como paradigma de la revolución del comercio electrónico. Pero una investigación global ha sacado a relucir algunas carencias.
Sur Florida/ABC
Una investigación elaborada por el Center for Investigative Reporting a partir de muestras de informes laborales de 150 centros durante cuatro años, revela que el empleo de robots por parte de Amazon en sus almacenes ha provocado más lesiones en los trabajadores humanos. Las lesiones graves son hasta un 50% más altas entre los empleados que trabajan con robots en comparación con quienes no los tienen en su entorno laboral.
El informe denuncia una serie de «tergiversaciones» emitidas por la compañía estadounidense en los últimos años «para ocultar sus crecientes problemas de seguridad». Los documentos internos que han salido a la luz muestran que las instalaciones con robots tienen tasas de lesiones aproximadamente un 50% más altas. El año pasado -insiste la investigación- se registraron 14.000 lesiones «graves», un 33% que en 2016. ABC se ha puesto en contacto con la compañía sin recibir todavía una respuesta.
Los robots, ha insistido Amazon en comunicaciones públicas, son «buenos» para los trabajadores. «Hacen que el trabajo sea más seguro», recalcó Jeff Wilke, uno de los dos directores ejecutivos de Bezos, al medio «PBS Frontline» en septiembre pasado. Los robots se introdujeron por primera vez en sus almacenes después de la adquisición de un fabricante de robótica en 2012 en su desafío por cambiar la logística. Ahora, tiene una flota de miles de máquinas programadas para llevar productos a los empleados de los centros de logística, también en sus centros ubicados en España.
Fuentes sindicales han asegurado a ABC que la accidentalidad en los centros logísticos de la empresa supera en dos veces la media del sector a nivel nacional «especialmente en los centros automatizados». Aducen, pues, un factor determinante: los «especialmente altos ritmos de trabajo». «Se trabaja con bastante presión. Se mide el que más produce con el que menos y se extrae una media que la empresa presiona para cumplir», denuncian, al tiempo que ponen en valor la inversión en seguridad en los últimos años. Pero insisten en dos aspectos: «La productividad no puede bajar, esa es su máxima» y «su innovación ha pasado por el comercio electrónico, pero no por la cadena de suministros».
En los últimos años la plantilla de centros como Madrid MAD4, en San Fernando de Henares (Madrid) ha secundado mayoritariamente varias huelgas programadas en fechas de alto consumo como Black Friday para reclamar un aumento de sus derechos laborales. La empresa con sede en Seattle (EE.UU.) también se enfrenta a otra situación en España. La Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) ha concluido recientemente que Amazon realiza labores de operador postal y que debe cumplir con la normativa postal.