Sur Florida / eldiariony
En los últimos meses los casos de Alzheimer y demencia han tenido un incremento preocupante: actualmente cerca de 5,7 millones de personas en Estados Unidos viven con Alzheimer, considerado como la forma más común de demencia. Sin lugar a dudas se trata de una de las enfermedades que más ha atormentado a científicos e investigadores en todo el mundo, al grado que ha sido catalogada como un enigma científico. Hoy en día cada vez son más las personas interesadas en tomar medidas de prevención naturales que disminuyan un posible riesgo a futuro. Por fortuna cada día se cuenta con más evidencia en la que se confirma que el estilo de vida y la dieta, son aspectos fundamentales en la prevención. Tal es el caso de un estudio reciente publicado en Neurology el cual encontró que lo que comemos no solo es bueno para el cuerpo, sino también beneficioso para la salud del cerebro. De manera específica comprobaron que: comer verduras de hoja verde, verduras y bayas todos los días, además de beber té verde, puede ayudar a reducir el riesgo de demencia en un 48%.
¿En qué consistió el estudio? Los investigadores analizaron los hábitos alimenticios de 921 personas en el Proyecto Rush Memory and Aging, en el cual los participantes completan evaluaciones neurológicas anuales y evaluaciones dietéticas que incluyen informar la frecuencia con la que comieron 144 alimentos durante el año anterior. Los resultados mostraron que aquellos que tenían una alta ingesta de flavonoides, un antioxidante que ayuda a reducir la inflamación, tenían un 48% menos de probabilidades de desarrollar demencia más adelante que las personas en el grupo de menor ingesta.
Los expertos señalaron que esta significativa disminución, se debe a que las propiedades antiinflamatorias de los flavonoides pueden prevenir la sobreactivación de las células inflamatorias, lo que ayuda a reducir el daño celular. Lo relevante, es que cuando el daño celular ocurre en el cerebro, se considera una de causas potenciales del Alzheimer y la demencia de tipo vascular. En total, los investigadores encontraron que más de 30 frutas, verduras y bebidas son ricas en los benéficos flavonoides que pueden prevenir la demencia. Aunque no es una lista exhaustiva, ciertos alimentos contribuyeron a la alta ingesta de flavonoides en las dietas autoinformadas de los participantes.
¿Cuáles fueron los hallazgos más relevantes?
– Aquellos que informaron una alta ingesta de isorhamnetina, que se encuentra en alimentos como las peras, el aceite de oliva, el vino y la salsa de tomate, tenían un 38% menos de probabilidades de desarrollar demencia.
– Aquellos que informaron una alta ingesta de kaempferol, que se encuentra en alimentos como la col rizada, frijoles, té, espinacas y brócoli, tenían un 51% menos de probabilidades de desarrollar demencia.
– Aquellos que informaron una alta ingesta de miricetina, que se encuentra en alimentos como el té, el vino, la col rizada, las naranjas y los tomates, tenían un 38% menos de probabilidades de desarrollar demencia.
Por fortuna, existen muchos alimentos de origen vegetal sobre todo frutas y verduras que brillan por su contenido en antioxidantes. También de la mano de este tipo de estudios, es mucho más viable realizar ajustes dietéticos que motiven a las personas a consumir más alimentos de origen vegetal. Finalmente, la calidad de los alimentos que consumimos de manera cotidiana juega un papel clave en la salud. Sin embargo no se trata solo de los nutrientes que aportan, también se trata de los bioactivos (sustancias químicas, como el caso particular de los diferentes tipos de antioxidantes) que solemos consumir.
De acuerdo con el autor principal del estudio, Thomas Holland, científico médico del Centro Médico de la Universidad Rush en el Instituto Rush para el Envejecimiento Saludable, la principal recomendación para disminuir hasta en un 50% el riesgo de demencia es: “Comer diariamente frutas y verduras, particularmente los vegetales de hoja verde, crucíferos y bayas. Además, crear el hábito de beber té verde diariamente es una maravillosa medida.” Seguir una dieta saludable, colorida, basada en el consumo de frutas y verduras de temporada es simplemente clave para la salud continua; especialmente la salud del cerebro.
Como recomendaciones puntuales de los expertos, para comenzar con un mayor consumo de alimentos ricos en antioxidantes:
– Agrega una porción de verduras de hojas verdes oscuras al día, una taza de verduras crudas y una porción de otras verduras variadas al día. Además consume un puñado de bayas al menos cinco veces a la semana y bebe 4 tazas de té verde al día. Son hábitos sencillos y sostenibles que reducen significativamente el riesgo de sufrir Alzheimer, es importante combinar una dieta saludable con actividad física constante, finalmente un estilo de vida saludable es la clave para retrasar el deterioro cognitivo, en conjunto con un buen descanso y otras actividades estimulantes del cerebro (como la lectura).
Complementario a este estudio, recientemente los expertos de Clínica Mayo han liberado valiosas recomendaciones dietéticas para proteger la salud del cerebro, a través de un híbrido de dos emblemáticos estilos de alimentación: dieta DASH (Enfoques dietéticos para detener la hipertensión) y la dieta mediterránea, reconocida por sus beneficios para la salud del corazón. A este esquema mixto se le conoce popularmente como dieta MIND, por su abreviatura de Intervención mediterránea-DASH para el retraso neurodegenerativo. Fue desarrollada por expertos del Rush University Medical Center en Chicago y de la Harvard T.H. Chan School of Public Health. Se trata de un patrón de alimentación que se inspira en el consumo de alimentos naturales de origen vegetal, propone un alto consumo de frutas, verduras, granos enteros, frijoles, nueces, aceites vegetales y pescados. Son alimentos que ayudan a proteger las células del cerebro mientras combaten la inflamación y la oxidación. además, limita el consumo de carnes rojas, las grasas saturadas y los dulces ¿Lo más relevante? Es considerado el esquema más prometedor contra la demencia, el cual se ha comprobado reduce hasta en un 53% el riesgo de Alzheimer, además de retardar el deterioro cognitivo y mejorar la memoria verbal.
Así que ya lo sabes, nunca es tarde para adoptar nuevas herramientas dietéticas que no solo potenciarán la salud cerebral y cognitiva; son el secreto mejor guardado para prevenir enfermedades degenerativas, vivir por más tiempo, gozar de un peso saludable y una óptima salud física, mental y emocional ¡A comer más antioxidantes se ha dicho!