El líder opositor ruso Alexei Navalny compartió el martes una foto suya en un hospital en Alemania y dijo que podía respirar por sí mismo.
Sur Florida/Diario Las Américas
“Hola, aquí Navalny. Os he extrañado. Aún no puedo hacer gran cosa, pero ayer conseguí respirar por mí mismo todo el día”, escribió en su post en Instagram.
Navalny, de 44 años, fue evacuado por aire a Berlín para ser atendido en el hospital de Charite, dos días después de enfermar en un vuelo interno en Rusia el 20 de agosto.
Pasó más de una semana en coma inducido mientras recibía tratamiento con un antídoto. La semana pasada, representantes del hospital dijeron que su estado había mejorado lo suficiente como para sacarle del coma.
El hospital dijo el lunes que se le había retirado la respiración asistida y que había podido salir de la cama por “breves periodos de tiempo”.
En la foto se ve a Navalny sentado en una cama con bata de hospital, abrazado por su esposa, Yulia, y junto a sus dos hijos. El texto que acompañaba a la imagen mostraba su habitual sentido del humor sarcástico.
“Yo sólo, sin ayuda extra, ni siquiera una válvula en la garganta. Me gustó mucho. Es un proceso extraordinario que muchos minusvaloran. Lo recomiendo mucho”, escribió.
Pese a su recuperación, los médicos dijeron que no podían descartar problemas de salud en el largo plazo asociados al envenenamiento.
El portavoz de Navalny, Leonid Volkov, rechazó dar detalles sobre los posibles planes del opositor tras su recuperación cuando The Associated Press se puso en contacto con él el martes.
Un laboratorio militar alemán determinó que Navalny había sido envenenado con Novichok, la misma clase de agente nervioso desarrollado en la desaparecida Unión Soviética que, según Gran Bretaña, se utilizó contra el exespía ruso Sergei Skripal y su hija en Salisbury, Inglaterra, en 2018.
El gobierno alemán dijo el lunes que los análisis en laboratorios en Francia y Suecia respaldaban sus hallazgos. La Organización para la Prohibición de las Armas Químicas, con sede en La Haya, también tenía previsto analizar muestras de Navalny en sus laboratorios en Alemania.
El Kremlin ha respondido con indignación a las peticiones de la canciller de Alemania, Angela Merkel, y otros mandatarios de que responda preguntas sobre el envenenamiento, y ha negado cualquier implicación oficial.
El ministro ruso de Exteriores, Sergey Lavrov, acusó a Occidente de utilizar el incidente como un pretexto para introducir nuevas sanciones contra Moscú.
El presidente de Francia, Emmanuel Macron, expresó directamente el lunes al presidente de Rusia, Vladimir Putin, su “profunda preocupación por el acto criminal” contra Navalny, según la oficina de presidencia francesa.
El Kremlin dijo que Putin había “subrayado lo inapropiado de las acusaciones infundadas contra el lado ruso” durante la llamada e insistido en las peticiones de Rusia de que Alemania entregue sus análisis y muestras. Putin también pidió que médicos rusos y alemanas trabajaran juntos en el cargo.
Berlín ha rechazado las sugerencias de Moscú de que esté retrasando la entrega de información.
Después de que los hallazgos en Alemania fueran corroborados por laboratorios extranjeros, “suponemos que los que dieron las malas noticias -es decir, nosotros- no recibiremos más ataques, sino que son ellos los que deben gestionar la noticia en sí”, dijo el ministro alemán de Exteriores, Heiko Mass, en referencia a las autoridades rusas.
Cuando se le preguntó por qué no se habían entregado muestras de Navalny a Rusia, su vocera señaló que “el señor Navalny estuvo 48 horas en tratamiento en un hospital ruso”.
Los médicos rusos que atendieron a Navalny en Omsk dijeron que no se habían encontrado pruebas de envenenamiento.