Hace un año las recompensas sumaban 45 millones de dólares por la captura de Nicolás Maduro y los cuatro altos cargos de su régimen. Pero al poco tiempo la cifra se duplicó a 90 millones de dólares con la incorporación de otros prominentes jerarcas chavistas y sus testaferros, que están en la mira de los grupos de cazarrecompensas.
Sur Florida / catalunyapress
Desde ese entonces Caracas se ha vuelto un hervidero intenso de cazadores de la fortuna que representa arrestar a 11 de los 12 venezolanos de los más buscados por la justicia de los EEUU. Y el que conoce al dedillo los incidentes de los “most wanted” es el abogado penalista venezolano Alejandro Rebolledo, especialista en prevención de la delincuencia organizada.
Lo primero que destaca en su oficina de Miami es la cartelera donde tiene colgadas las fotografías de los solicitados chavistas que facilitó en la entrevista telefónica concedida. Rebolledo también es magistrado del Tribunal Supremo de Justicia venezolano en el exilio.
¿Tras la entrega del general Cliver Alcalá Cordones quienes quedan en la lista de los chavistas más buscados?.
La encabeza Nicolás Maduro con 15 millones de dólares de recompensa y le siguen Diosdado Cabello con 10 millones, Tareck El Aissami con 10 millones, Hugo Carvajal Barrios alias el Pollo con 10 millones, Pedro Luis Martín Olivares con 10 millones, Joselit de la Trinidad Ramírez Camacho con 5 millones, Rodolfo Mcturk Mora con 5 millones, Jesús Alfredo Itriago con 5 millones, Eustiquio José Lugo Gómez con 5 millones, Samark José López Bello con 5 millones y Luis Alfredo Motta Dominguez con 5 millones.
¿Con qué cargos?
Se les imputan cargos por narcotráfico, lavado de dinero y terrorismo. Y las recompensas son para los que suministren información o datos que conduzcan al arresto de esas personas.
¿Todos están por la DEA?
Hay varias agencias de los Estados Unidos que intervienen en la búsqueda. Pero las dos más importantes son la Administración de Control del Tráfico de Drogas (DEA) el Homeland Security Investigation, que tienen el apoyo del Departamento de Estado y de la Justicia de Estados Unidos.
¿Cuál es su balance de un año sin que se haya producido alguna captura todavía?
Las diversas agencias de EEUU han reunido un bote o caja de 90 millones de dólares, que es la suma de los once buscados, para que los caza recompensas pudieran visibilizar y estimular su captura. Los solicitados ya tienen varios procesos judiciales abiertos en su contra en varios estados como Nueva York, Florida y Texas.
¿Cómo actúan los grupos de caza recompensas?
La mayoría de los jerarcas chavistas buscados se han refugiado en Venezuela donde viven escondiéndose en su guarida. Hay varios grupos. Para cualquier caza recompensa es un reto capturarlos y entregarlos a la justicia de EEUU, además de la atractiva ganancia por el precio de su cabeza. Para monitorear, rastrear y hacer seguimiento a sus objetivos están aplicando toda la nueva tecnología de la inteligencia artificial, excéntrica y sofisticada.
¿Cómo en las películas detectivescas?
Más o menos. Son operaciones de seguridad e inteligencia que montan permanentemente para rastrear el movimiento de los chavistas solicitados por la justicia y sus familiares. Los cazadores saben dónde van sus familiares, esposas, hijos, qué lugares frecuentan y con quienes se reúnen hasta en sus encuentros íntimos con amantes y queridas porque a los jerarcas chavistas les encanta pavonearse, llevar una vida de lujo y exhibirse como excéntricos en medio de la mayor miseria y pobreza que han generado ellos mismos en el país.
¿Ha habido algún intento por capturarlos?
Diosdado Cabello anunció la semana pasada en su programa televisivo “con el mazo dando” que habían detenido a 9 individuos sospechosos que querían entregarlo a la DEA. Pero no se ha confirmado esa versión.
¿Cuál ha sido el impacto para los jerarcas chavistas?
Que no pueden dormir porque se sienten vigilados y perseguidos. Las recompensas han creado una paranoia colectiva entre los usurpadores del régimen chavista. No viven seguros y desconfían hasta de su propia sombra. Todos andan con 5 y 6 guardaespaldas cada uno y otros se esconden en las fincas en el interior totalmente aislados.
¿Y por qué todavía no los capturan, qué obstáculos enfrentan?
Tarde o temprano los cazas recompensas lo harán. Ese día llegará. Enfrentan muchos obstáculos. Venezuela se ha convertido en territorio libre de las mafias rusas, chinas, turcas e iraníes bajo la protección de Maduro. Las mafias del crimen organizado transnacional complican las capturas.
¿Y cuál ha sido la respuesta del régimen?
La ministro del Interior y Justicia, la almirante Carmen Meléndez, aliada de Cilia Flores esposa de Maduro, ha creado la Brigada Especial contra Grupos Generadores de Violencia para proteger y dar seguridad a los más buscados.
LOS DOCES MÁS BUSCADOS
De los 12 jerarcas chavistas más buscados por la justicia de los Estados Unidos quedan 11 porque el general Cliver Alcalá Cordones decidió entregarse voluntariamente hace un año antes de caer en las garras de los cazadores de recompensas.
1) Nicolás Maduro Moros. Presidente ilegítimo y usurpador de Venezuela. 15 millones de dólares de recompensa. Acusación federal del Distrito Sur de Nueva York por narcoterrorismo, conspiración para importar cocaína y posesión de ametralladoras y dispositivos destructivos.
2) Diosdado Cabello Rondón. Militar y político. Vinculado al cartel de Los Soles. Secretario del Partido Socialista Unido de Venezuela. 10 millones de dólares de recompensa. Militar y político. Acusación federal del Distrito Sur de Nueva York por conspiración para cometer narcoterrorismo, importar cocaína y posesión de armas.
3) Tareck Zaidan El Aissami Maddah. Ex vicepresidente y actual ministro de Petróleo. 10 millones de dólares de recompensa. El Gran Jurado Federal del Distrito Sur de Nueva York lo acusa de estar involucrado en el narcotráfico internacional y de violar sanciones por el uso de aeronaves privadas.
4) Hugo Armando ‘el Pollo’ Carvajal Barrios, militar y político, ex director de Inteligencia Militar (DIM), líder del Cartel de los Soles, 10 millones de dólares de recompensa, acusación federal del Distrito Sur de Nueva York por conspiración para cometer narcoterrorismo, importar cocaína y cargos relacionados con armas de fuego. Fugitivo en España.
5) Joselit de la Trinidad Ramírez Camacho. Es el Superintendente Nacional de Criptomonedas de Venezuela. 5 millones de dólares de recompensa. Es buscado por lavado de dinero y evasión de sanciones.
6) Pedro Luis Martín Olivares. Ex jefe de Inteligencia Económica del Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional (SEBIN). 10 millones de dólares de recompensa. Conspiró con numerosos narcotraficantes. En el Tribunal del Distrito Sur de Nueva York es acusado por distribuir más de 5 kilos de cocaína en los EEUU.
7) Rodolfo Mcturk Mora. Ex jefe de la Interpol en Venezuela. 5 millones de dólares de recompensa. Lo acusan de sobornar a los narcotraficantes arrestados en Venezuela para evitar su extradición. El Distrito Sur de Nueva York lo acusa de conspiración para importar y distribución de cocaína a los EEUU, además de corromper.
8) Jesús Alfredo Itriago. Ex jefe de Antinarcóticos del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (CICPC). 5 millones de dólares de recompensa. El Distrito Sur de Florida lo acusa de conspiración para importar más de 5 kilos de cocaína a los EEUU.
9) Luis Alfredo Motta Dominguez. Militar. Ex comandante de la Guardia Nacional Bolivariana y ex ministro de Electriicidad y ex director de la Corporación de Electricidad (Corpoelec). 5 millones de dólares de recompensa. El Distrito Sur de Florida lo acusó de lavado de dinero y activos, y sobornar a 3 empresas por 60 millones de dólares a cambio de contratos con la empresa eléctrica.
10) Eustiquio José Lugo Gómez. MIlitar retirado de la Guardia Nacional Bolivariana. Ex viceministro de Hacienda y socio de Luis Motta Dominguez. Imputado por conspiración para cometer lavado de activos y dinero.
11) Samark José López Bello. Es el testaferro y socio del ministro Tareck El Aissami. 5 millones de dólares de recompensa. Tiene acusaciones de traficar drogas y de lavado de dinero tanto por la DEA y como el Homeland Security Investigations (HSI) en el Distrito Sur de Nueva York.
