En una entrevista con el portal de noticias de criptomonedas Coindesk.com el jueves, el alcalde de Miami, Francis Suárez, dijo que estaba planeando convertir los millones de dólares en ganancias que MiamiCoin ha creado en un “dividendo” de bitcoin.
SurFlorida – El Nuevo Herald
“Seremos la primera ciudad en Estados Unidos en dar un rendimiento de bitcoin como dividendo directamente a sus habitantes”, dijo Suárez. “Vamos a crear monederos digitales para nuestros habitantes y vamos a darles bitcoin directamente del rendimiento de MiamiCoin”.
Los monederos se establecerían con un proveedor externo, dijo.
El propio Suárez expuso las preguntas clave que habría que responder antes que el gobierno de la ciudad pueda distribuir criptomonedas como dividendos.
“¿Van a ser los contribuyentes? ¿Van a ser los que votan en la ciudad?”, preguntó Suárez durante la entrevista con CoinDesk. “¿Va a ser la gente que tiene un domicilio de la ciudad?”
En una declaración posterior, Suárez dijo que el rendimiento provendría de la reserva de fondos que la ciudad ha ganado a través del proceso de “minería” virtual que los partidarios de MiamiCoin han llevado a cabo. A través de esa minería, la ciudad ha ganado más de $21 millones.
MiamiCoin está denominada en otra criptodivisa llamada Stacks (STX). Cuando los Stacks se “bloquean” temporalmente, o se apilan, hay una “recompensa” del 10% de dividendos de bitcoin por asegurar la red de Stacks. A eso se refiere Suárez.
Suárez dijo que apilaría una parte de los ingresos de MiamiCoin de la ciudad; si la ciudad apilara aproximadamente la mitad de la cantidad actual, el rendimiento del 10% se traduciría en aproximadamente $1 millón en bitcoin —por ahora, alrededor de $2 en bitcoin por residente— pero, potencialmente, unos pocos miles de dólares en una década.
La declaración dijo que el bitcoin “podría distribuirse en un proceso ordenado y dilatado”.
Suárez, recién salido de una campaña de reelección en la que consiguió un segundo mandato con millones de dólares en donaciones de inversores tecnológicos y entusiastas de la criptodivisa, pareció saborear el hecho de que ahora está inmerso en una “rivalidad criptográfica” con el alcalde electo de Nueva York, Eric Adams.
“El alcalde electo Adams sigue siendo demasiado tímido para hablar de criptografía en nuestro programa, pero agradezco que venga y tenga una discusión inteligente al respecto”, dijo a Suárez la presentadora de CoinDesk Spotlight, Christine Lee.
“Creo que pronto nos seguirá”, dijo Suárez, sonriendo. “Creo que nos seguirá en otras cosas pronto”.
La promoción de la tecnología y las criptomonedas en Miami ha impulsado el perfil nacional de Suárez durante casi un año. Al centrarse en las criptomonedas, un tema que probablemente tiene una audiencia que se extiende mucho más allá de los límites de Miami, cultivó una audiencia nacional en algunos medios financieros y en Twitter, incluso cuando un escándalo sacudió el Ayuntamiento y llevó a la controversial destitución del ex jefe de Policía de la ciudad.
El jueves no estaba claro si los funcionarios municipales que supervisarían la distribución de la criptomoneda a los miamenses sabían de la proclamación de Suárez. Las preguntas al personal del administrador municipal, Art Noriega, fueron remitidas a la oficina del alcalde.
Las conversaciones públicas anteriores sobre la relación del gobierno de la ciudad con la criptodivisa sugieren que habrá que limar muchas asperezas. Los comisionados que acordaron aceptar los fondos vinculados con MiamiCoin enfatizaron que no tenían problemas con aceptar dólares como un “regalo” derivado de las ganancias de la minería de MiamiCoin. El personal de la ciudad señaló que la ciudad no tendría ninguna criptomoneda como parte de ese acuerdo.
Suárez también ha promovido la idea de permitir que a los empleados de la ciudad —incluido él mismo–—se les pague con bitcoin, un concepto que suscitó preocupaciones internas, según un informe de Vice News. Los registros públicos mostraron preocupaciones sobre los riesgos y las responsabilidades relacionadas con vincular la compensación de un empleado público a una criptomoneda que tiene un valor fluctuante.
