Al menos nueve países de la Unión Europea y el brazo ejecutivo del bloque han pedido nuevas sanciones a Bielorrusia tras las controvertidas elecciones y la campaña de represión contra manifestantes en el país antes de las conversaciones de emergencia que mantendrán los Estados miembro el viernes.
Sur Florida/Reuters
Cualquier decisión de la UE en materia de sanciones requeriría de unanimidad. La reunión del será una primera discusión completa y no se espera una definición antes de fin de mes.
Polonia, República Checa, Estonia, Letonia, Lituania y Dinamarca pidieron en una carta conjunta “medidas restrictivas contra las autoridades” responsables del resultado de las elecciones, que dieron al presidente Alexander Lukashenko el 80% de los votos, y también por las cargas de las fuerzas de seguridad bielorrusas contra los manifestantes.
Alemania, Austria y Suecia ya han pedido que se impongan sanciones de inmediato. Fuentes diplomáticas dijeron que el principal escéptico es Hungría, que ya había pedido anteriormente el levantamiento de todas las sanciones de la UE a Minsk.
La jefa del brazo ejecutivo de la UE, Ursula von der Leyen, tuiteó: “Necesitamos sanciones adicionales contra aquellos que violaron los valores democráticos o abusaron de los derechos humanos en Bielorrusia”.
El bloque impuso por primera vez sanciones a Bielorrusia en 2004. Las intensificó en 2011 por abusos a los derechos humanos y las normas democráticas, incluido fraude electoral.
Muchas sanciones se levantaron después de que Lukashenko liberara prisioneros políticos en 2016. Pero el embargo de armas sigue vigente, así como las sanciones a cuatro personas por las desapariciones no resueltas de dos políticos de la oposición, un empresario y un periodista.
Lo más probable es que cualquier nueva sanción de la UE sea en la forma de prohibiciones de viaje y congelación de activos a individuos.
Lukashenko niega que haya habido fraude electoral y el viernes liberó a los manifestantes detenidos después de emitir una insólita disculpa pública.