Aun cuando muchas salas de teatro alrededor del mundo no han vuelto a subir el telón, y otras lo han hecho a medio aforo o desde lo virtual, el show debe continuar.
Sur Florida / diariolasamericas
El teatro, ese espacio mágico desde el cual las historias cobran vuelo en vivo y a todo color, celebra su día mundial hoy, 27 de marzo.
Con motivo del Día Mundial del Teatro, dos actores que también se desempeñan fuera de las tablas honran a ese medio que sirve de gran preparación actoral y que tanto ha aportado a la sociedad desde sus inicios.
Para Héctor Alejandro González, gerente de circulación de Diario Las Américas, regresar al teatro siempre que puede se ha convertido en una especie de suero que necesita para sentirse vivo. Aun queriendo a veces dejarlo, siempre vuelve a encontrarlo. Como si fueran el uno para el otro, están predestinados a un constante reencuentro.
“Es vida, vivir. Puedes estar dedicado a cualquier otra cosa, pero siempre llega un segundo en que sientes la necesidad de hacer algo en el teatro. Es como si fuera una medicina para el cuerpo. Incluso, hay momentos en que uno dice: no voy hacerlo más, es demasiado sacrificado. Te retiras por un tiempo, pero hay algo en la sangre que te dice: necesito hacer teatro para vivir, para que me de vida”, expuso González.
“Hacer teatro en estos tiempos significa reinventarse; siempre el teatro te obliga a estar cambiando. Más ahora en este proceso de pandemia en que el encierro ha hecho que nuestras casas, los teléfonos y las computadoras se conviertan en el escenario teatral. Tuvo su encanto, pero nada como tener al público enfrente retroalimentándonos. Por suerte ya estamos regresando de a poquito a esa tabla en la que vivimos otras vidas”, agregó sobre los retos que enfrenta el gremio en los tiempos que corren.
Para Grethel Delgado, quien además es periodista, ser actriz la ha preparado para enfrentar cualquier prueba que la vida le depare.
“Ser actriz en estos tiempos, y siempre, es estar preparado para la caída, la sorpresa, el cambio y la reinvención personal. Es una especie de herramienta que permite lidiar con muchos aspectos humanos. De hecho, aunque no seas actor, siempre te vistes con un personaje y sales a la calle. Eres el “yo trabajador”, el “yo padre”, el “yo que va a resolver el tema de los taxes (impuestos)”. Aunque no estés sobre un escenario, los conflictos siempre aparecen. Pero si eres actor, creo que tienes más entrenamiento para afrontar todo tipo de golpes y mirarlos con creatividad, desde varias aristas”, expresó Delgado.
La también presentadora de DLA identifica la esencia del teatro con la habilidad de mostrar verdad.
“Aunque una obra trate sobre dos desconocidos que esperan a alguien junto a un tronco, en las situaciones más inverosímiles, cuando hay verdad, lo que se cuenta existe, las tablas lo hacen palpable. Es el mejor regalo que le puedes hacer al espectador, que de alguna manera va al teatro para encontrarse con algo genuino, que lo sacuda”, explicó sobre por qué la palabra verdad describe al teatro.
Asimismo, Delgado recalcó la importancia del teatro que, además de entretener sirve como instrumento de reflexión social y estimula el pensamiento colectivo.
“El teatro es un gran espejo crítico de la sociedad, y en este ejercicio de actor-espectador ocurren muchos procesos que van desde la identificación o rechazo, hasta la interiorización de problemas que, tratados desde un punto de vista humano, se asientan mejor en el público que miles de discursos vacíos. La capacidad de hacer catarsis junto a un actor, de acompañarlo en un desgarramiento humano y de ver la historia de otro modo, es altamente educativa para el espectador. Y mantiene la magia poética del teatro desde sus inicios como un elemento necesario dentro de la sociedad, una válvula de escape y de reflexión”, manifestó Delgado.
Por otro lado, González ve el teatro como herramienta de evolución individual que se traduce en cambios en la sociedad.
“Aporta a la sociedad en todos los tiempos. Al ser a través de emociones, inquietudes, sensaciones, miedos, historias reales o ficticias, y al llegar tan dentro del ser, muchas veces no se percibe cuánto el teatro ayuda a cambiar, a mejorar, a ver las cosas de otra manera. Por tanto, influye, incluso, sin darte cuenta de que te ha hecho cambiar, y así mismo llevado a masas y provocando grandes cambios sociales. Es, además, un arte que depende del contexto social y surge de una necesidad social y espiritual. Cualquier sociedad está necesitada del arte teatral”, señaló González.