Florida es famosa por su cálido clima, hermosas playas y arenas blancas. Pero también continúa siendo el estado con el registro de ataques de tiburones anuales más alto en todo el mundo, según reporta el Archivo Internacional de Ataques de Tiburones de la Universidad de Florida (ISAF por sus siglas en inglés).
De acuerdo con el informe, publicado por el Museo de Historia Natural de Florida,16 personas en el estado del sol fueron atacadas por escualos en eventos no provocados, lo que los autores definen como cualquier caso en el que un tiburón se encuentra en su hábitat natural y ataca sin ninguna provocación humana.
De las 16 agresiones, 8 sucedieron en el condado de Volusia, 2 en Brevard, 2 en St. Lucie y uno en Miami-Dade, Palm Beach y dos condados cerca del Golfo de México, de las cuales ninguno terminó con víctimas mortales.
Estas cifras representan el 44% del total del país y el 23% de mordeduras a escala mundial, y a su vez son menores que el promedio anual de los cinco años más recientes de Florida que se encuentra en 19 incidentes.
La mayoría de los ataques fueron reportados en una playa en el condado de Volusia, que ha sido reconocida como la capital mundial de las mordeduras de tiburón. Surfistas y otros deportistas acuáticos fueron quienes sufrieron la mayor cantidad de agresiones.
New Smyrna Beach, ubicada en el condado de Volusia, fue calificada como la playa más peligrosa del país en un estudio de Travel Lens, debido a sus frecuentes ataques de tiburones.
Cifras alarmantes en el mundo
En todo el mundo, hubo 69 eventos no provocados que involucran a tiburones en 2023, en su mayoría en Australia y Estados Unidos. Los cuales superan las 63 personas atacadas por este pez el año anterior, según la investigación.
EEUU volvió a encabezar la lista de los países donde más suceden ataques de tiburones. En total se registraron 36 agresiones no provocadas en 2023, lo que representa el 52% de los incidentes en todo el mundo. Entre ellos, dos fueron mortales, uno en California y otro en Hawai.
Otras mordeduras fueron confirmadas en el litoral de Costa Rica, Colombia, Brasil, Nueva Zelanda, Islas Seychelles, Islas Turcas y Caicos, Ecuador, en las Islas Galápagos, y Sudáfrica.
Asimismo, los investigadores destacaron que el año pasado se duplicaron las muertes causadas por los escualos, con una alarmante cifra de 10 personas, en comparación con el año anterior cuando se produjeron 5 decesos por esta causa, convirtiéndose en la mayor cifra en los últimos 12 años.
De esas 10 víctimas fatales en todo el mundo durante el 2023, Australia registró cuatro muertes que representaron el 22% de todos los ataques y el 40% de los decesos.
Tres de estas muertes ocurrieron frente a la costa del sur de Australia, en una región llamada Península de Eyre, donde una población de focas en recuperación motivó a los tiburones blancos a acercarse a una región remota donde frecuentan los surfistas.
Otras muertes por ataques de tiburones ocurrieron en las Bahamas, Egipto, México y Nueva Caledonia, dijeron los investigadores.
Los registros también incluyen 22 ataques adicionales en 2023 que fueron provocados intencionalmente o no, y la actividad más común entre las víctimas fue la pesca submarina.
“Esto está dentro del rango del número normal de mordeduras, aunque las muertes son un poco desconcertantes este año”, dijo Gavin Naylor, director del programa de investigación de tiburones del Museo de Historia Natural de Florida.
Mayor cantidad de personas en los océanos
Los expertos señalaron que en las últimas décadas ha aumentado el número de ataques de tiburón blanco. Sin embargo, esto no se debe a una mayor agresión por parte de esta especie sino a la presencia de más personas en el océano cada año y un mayor énfasis en informar sobre mordeduras y muertes.
“Cada año, hay menos de 100 mordeduras no provocadas, lo que hace que sea más probable que alguien gane la lotería que ser atacado por un tiburón. Cuando hay más ataques, a menudo significa que más personas pasan tiempo en el agua, no que los tiburones se hayan vuelto más peligrosos”, enfatizaron.
Mencionaron tres especies responsables de la mayoría de los ataques, entre ellos, el tiburón blanco, el tiburón tigre y el tiburón toro. Sin embargo aseguraron que “cualquier tiburón grande, de aproximadamente dos metros, es una amenaza potencial para los humanos”.
Por último, pese a que las probabilidades de ser mordido por un tiburón son increíblemente bajas, ofrecieron una serie de recomendaciones, como permanecer siempre cerca de la costa, no nadar al amanecer o al anochecer y evitar chapotear de forma excesiva.
sf