Se notificaron los dos primeros casos de la variante ómicron del COVID-19 en la Florida este martes, uno de ellos en un hospital de veteranos de Tampa Bay.
Sur Florida / Nuevo Herald
La variante se detectó por primera vez en Sudáfrica el 11 de noviembre, según los CDC, y se ha extendido rápidamente por todo el mundo. Los científicos todavía están estudiando si la variante ómicron puede causar infecciones más graves o se propaga más fácilmente que otras variantes, incluida la variante delta.
Funcionarios del James A. Haley Veterans’ Hospital de Tampa confirmaron el martes que una persona que regresó recientemente de un viaje internacional dio positivo a la variante ómicron. El paciente solo presenta síntomas leves, según un portavoz del hospital.
“Nuestros proveedores fueron capaces de detectar rápidamente, someter a prueba, confirmar y añadir estos datos a nuestra comprensión en desarrollo de esta cepa”, dijo el jefe de comunicaciones del hospital Kimberly Antos en un correo electrónico.
Las autoridades sanitarias estatales también confirmaron que el lunes se detectó un presunto caso de la variante ómicron en un paciente de COVID-19 en el Condado St. Lucie.
Una de las preocupaciones de la nueva variante es la eficacia de las actuales vacunas contra el virus COVID-19, ya que los CDC advierten que es probable que se produzcan infecciones, incluso en personas totalmente vacunadas.
“Con otras variantes, como la delta, las vacunas han seguido siendo eficaces en la prevención de enfermedades graves, hospitalizaciones y muertes”, afirman las directrices de los CDC sobre la nueva variante. “La reciente aparición de ómicron enfatiza aún más la importancia de la vacunación y los refuerzos”.
Los casos de ómicron en la Florida aún no han sido confirmados por los CDC. La dependencia confirmó la presencia de ómicron en otros 18 estados. El primer caso estadounidense de la variante se identificó en California el 1° de diciembre, según los CDC.
DeSantis habla sobre la variante ómicron
Mientras hablaba en una conferencia de prensa el martes en Oldsmar, el gobernador Ron DeSantis dijo que la variante probablemente ya se ha estado propagando en el estado.
“Una vez que se identifica en algunos lugares del mundo, ya se ha propagado, ¿de acuerdo?” dijo DeSantis. “Solo porque no la hayas identificado en algún lugar no significa que no esté ahí”.
Sugirió que contrarrestaría la variante utilizando la misma estrategia que empleó mientras la variante delta asolaba el estado este verano: sin cierres ni requisitos de uso de mascarillas.
“En la Florida, no dejaremos que te encierren. No dejaremos que te restrinjan”, dijo. “No vamos a dejar que impongan mandatos. No vamos a dejar que cierren las escuelas. Vamos a proteger tu libertad para tomar tu decisión”.
La única medida que sugirió que tomaría como gobernador para luchar contra la variante fue ampliar el acceso a tratamientos como los anticuerpos monoclonales, que pueden ayudar a combatir el virus una vez contraído: “Esto es algo con lo que hay que lidiar, y creo que proporcionamos buenas opciones para la gente si esto es algo que tienen que hacer, siguiendo estos tratamientos”.
Regeneron anunció la semana pasada que su tratamiento con anticuerpos contra el COVID-19 podría ser menos eficaz contra la variante ómicron. Ese hallazgo se basa en análisis de laboratorio y modelos informáticos, y no ha habido datos directos que indiquen una pérdida de eficacia, según la empresa. El director científico de Regeneron dijo al Wall Street Journal que las pruebas de los nuevos fármacos están en curso y que se dispondrá de más datos en el próximo mes.
DeSantis no mencionó las vacunas contra el COVID ni sus respectivos refuerzos, que pueden prevenir la infección. Eso está en consonancia con su enfoque desde el verano, cuando dio marcha atrás en su apoyo a la vacuna en medio del aumento del sentimiento antivacunas en los círculos conservadores.
