Los puertos son el corazón de la economía territorial, el conector de entrada y salida del flujo logístico, de productos, materias primas y mercancías. Su funcionamiento eficiente mantiene viva la actividad productiva e impacta de forma directa, no solo a nivel local, sino en los diferentes actores de un sistema económico cada vez más globalizado.
Sur Florida / Diario las Américas
DIARIO LAS AMÉRICAS conversó con Juan Kuryla, director del Puerto de Miami, sobre la actual crisis de los puertos estadounidenses, donde los barcos tienen que esperar hasta 60 días para atracar, y sobre la ventaja para las navieras del mundo de poder utilizar un puerto eficiente como el de Miami, la principal infraestructura portuaria de Florida.
Según Kuryla, quien lleva más de veinte años en la directiva del puerto de Miami, para analizar esta crisis es básico ver cuándo comenzó. “En las últimas semanas ha habido una gran cobertura por parte de los medios, pero esta crisis viene gestándose desde hace más de un año. Hemos estado viendo un mayor volumen de contenedores de importaciones entrando a los EEUU. Ya cuando analizamos las cifras de agosto o septiembre de 2020 se veía un incremento durante todos los meses del número de contenedores que estaban llegando, tanto por el Pacífico como a través del Atlántico, desde Europa. También hemos visto un incremento de las exportaciones desde Latinoamérica y el Caribe”.
Pero en el mundo de la importación y exportación, no hay sorpresas, “uno sabe cuándo los barcos van a llegar, si se van a retrasar por temas climáticos o de dónde está viniendo la carga. Incluso la persona que está empacando en Asia sabe cuál es la situación en el puerto al que dirige la mercancía”.
Kuryla considera que la crisis “se veía venir y quizás [en Chicago] hubieran podido atacar el problema antes. Abriendo más horas, los domingos, trabajando 24 horas al día, siete días a la semana”.
Pero Kuryla reconoce que el trabajo de los puertos es un complejo sistema de interdependencia logística, donde confluyen agencias estatales y federales, agentes privados, transportistas y un sinnúmero de almacenes. “Es importante señalar que un puerto puede estar abierto 24 horas, pero si las terminales de operadores, quienes reciben la carga, no abren el mismo tiempo, o no lo hacen los centros de distribución, localizados fuera del puerto, ni tampoco los centros logísticos, que son empresas privadas independientes, ¿adónde los camioneros van a llevar la carga?
La solución
La coordinación es el mejor instrumento para solucionar o evitar una crisis. Se debe involucrar a muchas partes, además de los puertos y las terminales de embarque. “Un puerto abastece a cientos de almacenes, pero si estos trabajan de lunes a viernes de 7:00am a 4:00pm, esa dinámica influye en el trabajo del puerto”.
“Por eso, parte de nuestra campaña es sostener conversaciones con los diferentes actores del sistema, para que se comprometan a permanecer abiertos. Un domingo un camión debe ser capaz de venir al puerto a recoger un contenedor, llevarlo a las áreas de almacenes de Doral y volver al puerto por más mercancía”.
Miami is Open: estamos abiertos
La crisis de los contenedores no afecta al puerto de Miami. “Me place comunicar que el puerto de Miami, que es manejado por el condado Miami-Dade, siempre está abierto para recibir carga, las 24 horas del día, los siete días de la semana”.
“Tenemos tres terminales [Seaboard Marine; Port of Miami Terminal Operating Company, POMTOC y South Florida Container Terminal of Miami]. Una de ellas, Seaboard Marine, abre las 24 horas. Las otras tienen su correspondiente horario, pero, en dependencia de la demanda, pueden extender las horas y trabajar los fines de semana, si fuera necesario”.
Toda la actividad portuaria debe ser totalmente coordinada, “las terminales que no abren los fines de semana están en contacto con las compañías de camiones, los centros de distribución y la gente que va a recibir la carga, para que ellos también operen cuando suba la demanda. La solución no solo emana del puerto, los diferentes eslabones de la cadena logística tienen que ser parte de la solución”, indicó el ejecutivo del mayor puerto de la costa este al sur de Virginia.
“En el caso de la terminal Seaboard Marine estamos en conversaciones con Aduanas, para que los inspectores aumenten sus jornadas de trabajo y así las cargas puedan ser despachadas a cualquier hora del día, porque cada contenedor que sale del puerto es inspeccionado por la Aduana”.
En la coordinación de la actividad del puerto, el trabajo de los políticos es clave. “La alcaldesa Daniella Levine Cava ha estado apoyando al puerto desde el principio”. Ella impulsó la iniciativa OPEN para convencer a las líneas navieras internacionales de que traigan sus cargas de Asia a Miami a través del canal de Panamá. “El puerto de Miami es el único de Florida con un calado de 15,2 metros, 50 pies, el mayor permitido en el canal de Panamá. Las navieras, que escojan nuestro puerto, podrán saber de forma anticipada cuál será el muelle de descarga, no tendrán que sufrir esperas y sus mercancías podrán llegar al 70% de la población estadounidense, en menos de 4 días, por vía férrea”.
El puerto de Miami, que genera alrededor de 300.000 empleos, mueve aproximadamente 10 millones de toneladas de carga y algo más de un millón de contenedores de 20 pies. “Puede incrementar su capacidad en un 30%”, coordinado con todos los eslabones de la cadena logística. A la larga, la crisis de los puertos del Pacífico podría influir en la decisión de las navieras de desviar algunas de sus rutas a otros destinos más eficientes como Puerto de Miami”, concluyó.
