Las calabazas son el ingrediente estrella del otoño y los primeros meses de invierno, la razón va mucho más allá de sus atractivas formas y colores: son un verdadero tesoro nutricional. Las calabazas no solo son una adición básica en los platillos de temporada, se relacionan con magníficos beneficios medicinales.
Sur Florida / Diario NY
De modo general podemos decir que las calabazas son saludables para todos, sin embargo de manera específica es una pregunta que surge con especial énfasis en la población diabética. Es bien sabido que los diabéticos deben de controlar los niveles de azúcar en sangre y sobre todo el consumo de carbohidratos y es por ello que deben de prestar especial atención en la calidad de los alimentos que consumen. La buena noticia es que la calabaza no solo es una adición segura para los diabéticos, se trata de un vegetal que beneficia el control: son bajas en calorías, no contienen grasas, son de bajo contenido en carbohidratos y aportan muchos nutrientes que apoyan el bienestar general y los niveles de azúcar en sangre. Además, son un alimento rico en antioxidantes que nos protege de contraer gripas estacionales y otras posibles enfermedades de la temporada.
Finalmente, una de las reglas de oro en los diabéticos es ser muy cautelosos con la alimentación, es una de las mejores herramientas de prevención y control. Al tener en niveles estables la glucosa en sangre, es posible prevenir complicaciones relacionadas con la diabetes como daño a los nervios, enfermedades cardíacas, alteraciones de la visión, infecciones de la piel y problemas renales.
Sobre el valor nutricional de las calabazas:
Lo primero es lo primero. Nos dimos a la tarea de investigar detalladamente sobre el aporte nutricional de las calabazas; media taza (120 gramos) de calabaza cocida proporciona los siguientes nutrientes:
Calorías: 50
Proteína: 2 gramos
Grasa: 0 gramos
Carbohidratos: 11 gramos
Fibra: 3 gramos
Azúcar: 4 gramos
Calcio: 4% del valor diario (DV)
Hierro: 4% de la VD
Vitamina C: 8% de la VD
Provitamina A: 280% de la VD
Otra de las más grandes genialidades de la calabaza es que se trata de un alimento vegetal con un magnífico aporte en fibra: media taza contiene el 12% del la ingesta diaria recomendada. Es bien sabido que la fibra juega un papel clave en el manejo de los niveles de azúcar en sangre, además se cuenta con numerosas referencias en las que se ha demostrado que comer alimentos ricos en fibra mejora el control de la glucosa en sangre.
Por qué las calabazas son buen aliado en la diabetes:
Uno de los principales conceptos para determinar las consecuencias que un alimento tendrá para la diabetes, es analizar sus efectos sobre el azúcar en sangre. La carga glucémica (GL) es un sistema de clasificación para los alimentos ricos en carbohidratos: indica la cantidad de carbohidratos en una porción de comida y en qué medida esa comida eleva los niveles de azúcar en sangre. Un GL de menos de 10 indica que un alimento tiene un impacto mínimo en el azúcar en sangre. Por otro lado, el índice glucémico (IG) es una escala de 0 a 100 que indica hasta qué punto un alimento puede hacer que aumenten los niveles de azúcar en sangre. Los números más altos significan que un alimento provocará un aumento más alto de azúcar en la sangre.
Sin embargo, el IG no tiene en cuenta el contenido de carbohidratos de los alimentos. Por lo tanto, el GL es una mejor evaluación de cuánto afectará su azúcar en sangre en una porción de un alimento en particular ¿Qué hay de la calabaza? La calabaza tiene un IG alto a 75, pero un GL bajo de 3.
Por lo tanto el secreto para integrar las calabazas en la dieta diaria y de manera segura para los diabéticos, es limitarse a comer una porción de calabaza y vigilar que no venga acompañada de alimentos ricos en grasas, azúcares y carbohidratos. Es por ello que consumirla en puré, sopas, guarniciones con otros vegetales, al horno, al vapor y al grill, es la mejor manera de verdaderamente obtener todos sus beneficios nutricionales y sobre todo ¡Fibra!
Por lo tanto las calabazas son un buen alimento en la diabetes. Una porción de calabaza natural es rica en fibra y baja en carbohidratos. Al tener una carga glucémica baja, es poco probable que tenga un efecto significativo en el azúcar en la sangre siempre y cuando se controlen las porciones.
Además, se cuenta con numerosas investigaciones que demuestran los beneficios potenciales específicos que aportan las calabazas para las personas con diabetes. Un estudio en animales descubrió que los compuestos de la calabaza reducen las necesidades de insulina de los ratones con diabetes al aumentar de forma natural la producción de insulina. Se cuenta con otra referencia, un trabajo de investigación que observó que dos compuestos en la calabaza: la trigonelina y el ácido nicotínico, pueden ser responsables de sus efectos para reducir el azúcar en la sangre y prevenir la diabetes. También hay otro estudio en el cual se demostró que una combinación de los carbohidratos de calabaza llamados polisacáridos y un compuesto aislado de la planta Pueraria mirifica llamado “puerarin” tienen una inmensa capacidad de mejorar el control del azúcar en sangre y la sensibilidad a la insulina.
Lo mejor de todo es que la calabaza aporta otras bondades que benefician el control de la diabetes. Son una gran adición para controlar el peso corporal con mucha saciedad, fortalecen al sistema inmunológico, están repletas de energía, protegen al sistema cardiovascular, son un buen aliado para disminuir la presión arterial alta y benefician la salud intestinal.