El crecimiento del PIB de Estados Unidos se desaceleró fuertemente en el tercer trimestre respecto al mismo período del 2020, con un aumento de apenas 2%, debido a una moderación del consumo, informó el jueves el gobierno.
SurFlorida / Diario Las Américas
El Producto Interno Bruto (PIB) se vio lastrado por la falta de empleados en casi todos los sectores, afectaciones por el rechazo a la vacunación obligatoria, la estrepitosa subida de precios y el desabastecimiento de materias primas, además de la variante delta del coronavirus.
La dependencia de suministros de China y otros países de Asia marcó también la fuerte desaceleración desde la tasa anual de 6,7% del trimestre anterior.
En comparación con el segundo trimestre, el PIB subió 0,5%, según el informe.
El impacto más notable se debió al colapso de más de 26% en las compras de productos manufacturados de alto precio en el período julio-septiembre, dijo el Departamento de Comercio.
Esa caída se vio compensada en parte por un aumento de 7,9% en los gastos en servicios, que no obstante fue más lento que el alza registrada en el trimestre previo, según los datos.
El informe oficial afirma que “el resurgimiento de los casos de covid-19 resultaron en nuevas restricciones y retrasos en la reapertura de establecimientos en algunas partes del país”.
Además, “disminuyó la asistencia del gobierno en forma de préstamos a empresas, subvenciones a los gobiernos estatales y locales y beneficios sociales a los hogares”, ayudas que daban una idea errónea de una recuperación y consumo muy positivos.
La inflación, medida por el índice de precios de gastos de consumo personal (PCE), retrocedió en el período julio-septiembre al registrar un aumento de 5,3% respecto al mismo período del 2020, contra 6,5% del segundo trimestre.
Si se excluyen los volátiles precios de los alimentos y la energía, que se dispararon en medio de una creciente demanda y cuellos de botella de la oferta, el PCE cayó al 4,5%.